Justicia en pausa: juzgados no se normalizarán hasta abril de 2026
Aguascalientes, a 13 de septiembre de 2025.- La justicia en Veracruz vive una etapa de parálisis que podría prolongarse hasta abril de 2026, reconoció el presidente estatal de la Federación de Colegios, Asociaciones y Barras de Abogados (FECABAA), Sergio Delfino Vargas, al advertir que la sustitución de jueces ha dejado a la ciudadanía en la incertidumbre y con expedientes detenidos.
El pasado 1 de septiembre, con la entrada en funciones de nuevos jueces, la transición dejó audiencias y resoluciones en pausa. Mientras los recién nombrados se familiarizan con los expedientes, la dinámica judicial opera a marcha lenta: hoy se emiten apenas entre tres y cuatro acuerdos por juzgado, cuando antes se resolvían alrededor de 20 en una sola jornada.
“El plazo legal para emitir acuerdos es de tres días, pero se están liberando hasta en un mes”, explicó Vargas, al señalar que este retraso genera un impacto directo en la ciudadanía, que espera justicia pronta y expedita, así como en los abogados que litigan diariamente.
El líder de la FECABAA expuso que en materia penal ya se celebraron las primeras audiencias, pero estas dejaron al descubierto deficiencias en el desahogo de los procesos orales, lo que podría multiplicar los retrasos.
En materias civil y familiar, aunque se avanza con mayor agilidad, también existe rezago por la emisión tardía de oficios, lo que retrasa notificaciones y procedimientos.
“Los secretarios de acuerdos están absorbiendo buena parte de las cargas de trabajo en trámites sencillos, como autorizaciones o copias certificadas, pero los expedientes de fondo requieren la atención directa de los jueces”, señaló.
Vargas subrayó que el ritmo de trabajo judicial no se recuperará de inmediato. Estimó que serán necesarios al menos ocho meses de aprendizaje y adaptación para que los nuevos jueces logren dominar los expedientes y comenzar a emitir resoluciones con fluidez.
En este lapso, sugirió que los litigantes se acerquen a los jueces para trabajar en conjunto y facilitar la transición, aunque reconoció que el rezago acumulado será difícil de abatir.
El representante de los abogados lamentó que, en este escenario, los principales afectados son los ciudadanos, quienes ven su derecho a una justicia pronta convertido en una espera indefinida.
“Tenemos agua en los ríos, pero no llega a los hogares; en la justicia pasa lo mismo: tenemos tribunales, pero los procesos no fluyen”, ejemplificó.
Con este panorama, la normalización de la vida judicial no será una realidad antes de abril de 2026, fecha en la que, de acuerdo con Vargas, podría alcanzarse un ritmo de trabajo estable en los juzgados.




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