Alarma en la zona norte de Veracruz por proliferación de gusanos en árboles frutales y urbanos
Veracruz, 6 de noviembre de 2024.- En las últimas semanas, varias comunidades del norte de Veracruz han reportado una creciente presencia de gusanos en los árboles, lo que ya consideran una plaga que representa un riesgo para la salud y la seguridad ambiental. La situación, observada en municipios como Tihuatlán, Álamo, Papantla, Coatzintla y en la zona urbana de Poza Rica, afecta principalmente a especies de árboles como cedros, naranjos, jobos y duraznos, alarmando a los habitantes por la rapidez con que estos insectos han invadido la región.
En la comunidad de La Isla, municipio de Tihuatlán, Nicolás Ordaz, subagente local, expresó su preocupación por la abundancia inusual de gusanos, particularmente en los árboles de jobo. “Nunca habíamos visto tantos gusanos como ahora. Están prácticamente en todos los árboles de jobo de la comunidad, y la gente dice que si uno tiene contacto con ellos, le pica y le da fiebre”, comentó Ordaz, subrayando que el contacto físico con los gusanos ha comenzado a generar síntomas molestos entre los residentes.
Los testimonios de los habitantes confirman que los gusanos están causando ardor y fiebre al entrar en contacto con la piel. Pedro Tolentino, residente de la comunidad de Lázaro Cárdenas, Tihuatlán, narró el caso de su hermana, quien sufrió una reacción cutánea tras el contacto con uno de estos gusanos mientras realizaba tareas en el hogar. “El gusano le cayó en la espalda, y la picadura fue casi como la de una abeja, provocándole ardor y enrojecimiento en la piel. Ni con alcohol ha podido aliviarse”, explicó Tolentino. Este incidente ha incrementado la preocupación entre los pobladores, quienes también temen que la plaga afecte las próximas cosechas de frutas y otros cultivos.
Ante la falta de acción por parte de las autoridades sanitarias, los habitantes han comenzado a tomar medidas por su cuenta. En algunos casos, han optado por derribar árboles infectados en un esfuerzo desesperado por frenar la propagación de los gusanos. Sin embargo, esta medida, aunque inmediata, podría tener consecuencias ecológicas a largo plazo, especialmente si se extiende a especies de árboles frutales y maderables que representan un sustento económico para la región.
“Es necesario que se apliquen medidas de control sanitario”, enfatizó Tolentino, quien pidió la intervención de las autoridades. Asegura que, sin un plan de contención, la plaga podría expandirse aún más y afectar directamente la economía local. Muchos habitantes dependen de los productos agrícolas que provienen de estos árboles, por lo que la pérdida de cosechas representaría un golpe considerable para sus ingresos.
Hasta el momento, ninguna autoridad sanitaria o agrícola ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la situación ni ha implementado algún tipo de medida de control o prevención para esta plaga. La rapidez con la que estos gusanos se han propagado ha dejado a la población en incertidumbre, temiendo tanto por su salud como por la sostenibilidad de sus cultivos. Los residentes esperan que el gobierno y las instancias competentes brinden orientación sobre cómo abordar esta emergencia.
La comunidad hace un llamado urgente a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Agricultura para que realicen estudios en la región y establezcan un plan de acción. Se requieren inspecciones y fumigaciones, así como orientación sobre el manejo adecuado de los árboles infestados para evitar daños mayores.
Con el paso de los días y sin una respuesta inmediata de las autoridades, el riesgo de afectaciones a largo plazo se incrementa. Las comunidades de la zona norte de Veracruz enfrentan no solo una amenaza para la salud y la economía, sino también un desafío ambiental que exige atención y soluciones efectivas.
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