Fe, pureza y compromiso: niños de Misantla celebran su Primera Comunión en la Parroquia Central
Bajo la guía espiritual del vicario parroquial Sajhid Daniel Bonilla García, decenas de niños recibieron por primera vez el cuerpo y la sangre de Cristo en una ceremonia llena de fervor y alegría familiar.
Por Arquímedes González.
Misantla, Ver., a 8 de noviembre de 2025.- En un ambiente de profundo fervor religioso, la Parroquia Central de Nuestra Señora de la Asunción, en Misantla, fue escenario de una emotiva celebración eucarística donde decenas de niños realizaron su Primera Comunión. La misa, presidida por el vicario parroquial Sajhid Daniel Bonilla García, destacó por su mensaje de reflexión sobre la responsabilidad cristiana y la importancia de vivir con coherencia el compromiso adquirido al participar del cuerpo y la sangre de Cristo.
Celebración de fe y compromiso cristiano
El templo parroquial, corazón espiritual de Misantla, se llenó de júbilo y recogimiento al recibir a los nuevos comulgantes. Entre flores blancas, símbolo de pureza y esperanza, los niños vestidos de gala escucharon atentos las palabras del vicario, mientras sus familias y padrinos los acompañaban en este significativo paso de su vida espiritual.
La ceremonia, que unió tradición y emoción, no solo representó la participación en un rito sacramental, sino también una renovación del compromiso cristiano de las familias misantecas, quienes, entre lágrimas y sonrisas, compartieron un momento de profunda comunión con Dios y con la comunidad.
“Todo sabor debe producir en nosotros el efecto de ser responsables al participar de este altar”, expresó el padre Sajhid Daniel Bonilla, al invitar a los presentes a reflexionar sobre el verdadero sentido de recibir el cuerpo y la sangre del Señor.
El mensaje del vicario: constancia, honestidad y perseverancia
Durante su homilía, el padre Bonilla García insistió en que la Eucaristía no debe entenderse como un simple rito, sino como una vivencia consciente y constante de fe. Recordó que comulgar no es un acto social ni un evento pasajero, sino una oportunidad para fortalecer la relación personal con Cristo.
“No es una competencia despiadada ver quién comulga más veces, sino crear en nosotros la conciencia de que participamos por primera vez del cuerpo y la sangre del Señor, un banquete que nos da fortaleza y sostiene la vida eterna”, afirmó.
El sacerdote destacó la responsabilidad de los padres y padrinos en la formación espiritual de los niños, recordando que el compromiso adquirido no se limita al día de la ceremonia:
“No es un compromiso social, sino un compromiso con Dios y con la vida misma”.
El papel de las familias en la vida espiritual
El vicario lamentó que, en muchos casos, las familias se alejen de la vida parroquial tras la Primera Comunión, olvidando que la fe debe cultivarse cada día:
“Es triste cuando con un gran ‘por primera vez’ desaparecen y solo regresan cuando hay otro sacramento”.
Exhortó a los padres a ser los primeros testigos del ejemplo cristiano dentro del hogar, fomentando la oración, la participación en la comunidad y el amor al prójimo. Asimismo, dirigió un mensaje especial a los padrinos, a quienes pidió asumir con seriedad su papel espiritual:
“No se trata de acompañar una vez, sino de ser ejemplo de vida; que el compromiso que hoy adquieren produzca frutos abundantes y los convierta en testimonio vivo del pan de vida que recibimos del cielo.”
Reflexión sobre la comunión y el testimonio cristiano
En la parte final de su mensaje, el vicario Bonilla García recordó que la Eucaristía debe transformar el corazón del creyente y fortalecerlo frente a los desafíos del mundo moderno.
“Sean diferentes porque nos alimentamos con el pan de vida, con el Señor que es verdadera comida y verdadera bebida. Que este alimento nos transforme y nos haga dar testimonio ante los demás”, exhortó.
Las palabras del sacerdote resonaron entre los fieles, quienes participaron con devoción en la ceremonia, conscientes de que la comunión no es el final, sino el inicio de un camino de madurez espiritual y servicio cristiano.



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