La detención de “El Viejón”: un respiro para Guanajuato y un llamado a la reconstrucción social

México, a 29 de septiembre de 2025.- En un operativo conjunto, resultado de meses de trabajo de inteligencia e investigación, fuerzas de seguridad de México lograron la captura de Gustavo “N”, alias “El Viejón”, jefe del grupo operativo La Barredora, afín al CJNG. El presunto criminal fue detenido en Jalisco y era considerado un objetivo prioritario tanto para el Gabinete de Seguridad Federal como para el Gobierno de Guanajuato, entidad donde se le vincula con múltiples delitos que han marcado la vida cotidiana de miles de familias.

De acuerdo con el informe compartido por Omar García Harfuch a través de su cuenta oficial en X, la trayectoria del detenido incluye extorsión, homicidio, distribución y venta de drogas, privación ilegal de la libertad, robo de hidrocarburos, vehículos y transporte de carga, además de agresiones directas contra grupos antagónicos y corporaciones de seguridad. Estos hechos habrían generado un clima de violencia e incertidumbre, particularmente en la región del Bajío.

En Guanajuato, su influencia estaba ligada a hechos de alto impacto: colocación de mantas, homicidios, amenazas y robo de al menos 10 vehículos. Su captura no solo representa un triunfo institucional, sino también un alivio para comunidades enteras que han vivido bajo el temor de la violencia criminal.

El propio García Harfuch destacó que “para disminuir los índices delictivos hay que detener a quienes los cometen”, y recordó que en Guanajuato, tras la captura de varios objetivos prioritarios, entre febrero y agosto de 2025 se registró una reducción del 56.1 % en homicidios. Estos números evidencian que los golpes al crimen organizado sí tienen un impacto real en la pacificación de las regiones más golpeadas.

No obstante, más allá de las estadísticas, la detención de “El Viejón” abre un espacio de reflexión humanista: detrás de cada cifra de homicidios hay familias incompletas, comunidades que lloran a sus jóvenes y ciudades que han visto interrumpido su desarrollo por el miedo. La seguridad no puede limitarse únicamente a la captura de delincuentes, sino que debe acompañarse de estrategias de prevención, oportunidades educativas, empleo digno y reconstrucción del tejido social.

La violencia en Guanajuato y en otras regiones del país ha dejado huellas profundas, pero también un anhelo colectivo de paz. La captura de “El Viejón” es un paso hacia adelante; sin embargo, el verdadero reto será transformar la justicia en esperanza y garantizar que las nuevas generaciones crezcan en un entorno donde no sean la violencia ni el crimen quienes marquen el destino de sus vidas.