Indignación ciudadana por nuevo aumento al Metro en Monterrey: “Está muy caro y no mejora nada”
Nuevo León, a 2 de junio del 2025.- A partir de este domingo, los usuarios del Metro de Monterrey comenzaron a resentir un nuevo golpe a su economía: el incremento mensual en la tarifa del transporte, que ya se refleja en los 9 pesos con 10 centavos por viaje, provocando molestia y frustración entre la población, especialmente en sectores de bajos ingresos que dependen diariamente del sistema.
Durante un recorrido en la estación Santa Lucía, ubicada sobre la avenida Félix U. Gómez, se constató que las nuevas tarifas ya están visibles cerca de las máquinas de recarga, marcando el inicio de un ajuste progresivo que culminará en un pasaje de 15 pesos para el año 2030, según lo establecido en el Periódico Oficial del Estado.
Pero la noticia no cayó bien. “La mera verdad está muy caro, no nos alcanza. El camión cuesta 15 pesos y ahora el metro casi 10. Las unidades necesitan clima, más mantenimiento y personal mejor capacitado”, declaró Ernesto Pérez, usuario habitual del sistema. Su queja se repite en boca de cientos de ciudadanos que, además de soportar largas esperas y trenes abarrotados, resienten la falta de mejoras visibles en las condiciones del servicio.
Aunque el incremento sea de apenas 10 centavos al mes, usuarios denuncian que el impacto acumulativo sí les afecta. Sofía Lozano, estudiante universitaria, dijo con preocupación: “Parece poco, pero si lo usas diario y haces transbordos, sí se siente. Ese dinero lo necesito para comer, no para un servicio que ni funciona bien”.
El nuevo esquema tarifario también afectará los transbordos entre distintas modalidades de transporte metropolitano, que alcanzarán los 15 pesos, con un descuento del 50% sólo en el primero y segundo cruce. Para muchos, esto significa un aumento real en los gastos de traslado diario.
El gobierno estatal argumenta que el alza tarifaria es indispensable para sostener los costos operativos, mantenimiento y futuros proyectos de expansión del sistema, pero los usuarios exigen que las mejoras sean tangibles y oportunas. Hasta ahora, denuncian que los vagones sin climatización, estaciones deterioradas y fallas técnicas son el pan de cada día.
"Si el servicio fuera de primer nivel, uno lo entiende. Pero ni hay clima, ni hay orden, ni hay seguridad", expresó otra usuaria que prefirió mantenerse en el anonimato.
Mientras tanto, en plena ola de calor y con el salario mínimo estancado, las voces de protesta aumentan junto con la temperatura. Diversos colectivos ciudadanos ya se preparan para exigir a las autoridades un alto al ajuste escalonado y la implementación urgente de un plan de mejoras que corresponda con el sacrificio económico impuesto.
El dilema está sobre la mesa: ¿seguir pagando más por un transporte que muchos consideran indigno o exigir con fuerza una movilidad que esté al nivel de lo que se cobra?
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