Crisis silenciosa en Baja California: se desploman los trasplantes cadavéricos y crece la lista de espera
Baja California, a 22 de mayo de 2025.- A pesar del avance médico y de la necesidad urgente, Baja California figura entre los estados con menor número de trasplantes cadavéricos en México, con apenas cuatro procedimientos realizados en el primer trimestre del año, según datos del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra).
La cifra es alarmante si se compara con los 45 trasplantes registrados en los tres años anteriores a la pandemia, reveló Ismael González Contreras, coordinador de trasplantes del ISSSTE en la entidad.
“Tenemos dos grandes problemas: un aumento en el número de pacientes y una disminución crítica en los donadores”, advirtió el especialista.
González Contreras explicó que solo el 10% de los pacientes que mueren en terapia intensiva son viables como donadores, debido a las limitaciones tecnológicas que impiden preservar órganos vitales por más tiempo. Esta realidad reduce significativamente las posibilidades de trasplantes cadavéricos.
Ante esta crisis, el 80% al 85% de las donaciones en México son en vida, realizadas por familiares o amigos. Aunque el riñón puede ser donado por un vivo, la córnea —otro de los órganos más solicitados— debe provenir necesariamente de una persona fallecida, lo que agrava el déficit.
Actualmente, más de 16 mil personas esperan un riñón en el país. Y aunque se realizan alrededor de 3 mil trasplantes anuales, la cifra no disminuye: la insuficiencia renal sigue creciendo y muchos pacientes fallecen antes de conseguir un órgano.
“La insuficiencia renal es ya la décima causa de muerte en México, y quienes la padecen tienen una esperanza de vida de apenas cinco o seis años”, señaló el también cirujano del Hospital Ángeles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como meta 20 donantes por cada millón de habitantes. Sin embargo, desde el año 2000, México apenas alcanza 4.5 donantes por cada millón, una cifra que refleja la urgente necesidad de campañas permanentes de concientización y avances en infraestructura médica.
A esta realidad se suma otro dato preocupante: hay cerca de 100 mil personas bajo protocolo de donación en vida, con la esperanza de recibir un órgano de un familiar compatible.
La baja en los trasplantes cadavéricos no es solo una estadística: es una sentencia silenciosa para miles de personas que esperan una segunda oportunidad de vida. La desinformación, el miedo y la falta de cultura sobre la donación de órganos están costando vidas.
Se requiere con urgencia una estrategia nacional más agresiva y campañas estatales más visibles que promuevan la donación, modernicen los procesos y amplíen la capacitación médica para salvar a quienes hoy solo tienen el tiempo como enemigo.
No hay comentarios