Cambio climático pone en riesgo los sabores del mundo: tortilla española, baguette y lasaña podrían desaparecer
España, a 8 de mayo del 2025.- La crisis climática ya no solo se refleja en el derretimiento de glaciares o el aumento del nivel del mar. Ahora también amenaza con borrar del mapa algunos de los platillos más icónicos de la cocina mundial. Así lo advierten cocineros y expertos ambientales de distintas regiones de Europa, quienes aseguran que el cambio climático podría llevar a la extinción de alimentos tradicionales como la tortilla española, la lasaña italiana o la baguette francesa.
En países como España, Italia, Francia, Polonia y Alemania, el calentamiento global está desestabilizando los ecosistemas agrícolas. Sequías extremas, lluvias torrenciales y temperaturas fuera de temporada han provocado la pérdida masiva de cultivos esenciales como aceitunas, trigo y papas, pilares fundamentales de la dieta europea y base de muchos de sus platillos tradicionales.
“Ya no es solo una crisis ambiental, es una amenaza directa a nuestro patrimonio cultural gastronómico”, expresaron chefs europeos en entrevistas recientes con medios locales.
El fenómeno no es menor. El Instituto de Política Medioambiental Europea advierte que la continuidad de ciertos alimentos está en serio peligro. Aceitunas escasas significan menos aceite de oliva, base de miles de recetas. Las bajas cosechas de trigo comprometen la producción de pan y pasta. Y el frío anómalo afecta incluso cultivos como la coliflor, ingrediente clave en múltiples cocinas.
Analistas de políticas ambientales aseguran que aún es posible revertir este escenario, pero se requiere acción inmediata y coordinada entre gobiernos, agricultores y chefs. Algunas de las medidas urgentes que se proponen son:
Aumentar la plantación de setos naturales para proteger los cultivos del clima extremo.
Diseñar paisajes agrícolas más diversos que mejoren la resiliencia del suelo y los ecosistemas.
Proteger a los polinizadores naturales, esenciales para muchas cosechas.
A pesar de los riesgos, hay esperanza: en el Parlamento Europeo se discuten iniciativas para restaurar la naturaleza, fomentar prácticas agrícolas sostenibles y dar incentivos a los agricultores que adopten métodos de cultivo resilientes al clima.
Mientras tanto, en el continente americano, México enfrenta su propio drama hídrico: el estado de Chihuahua es actualmente el único en situación de sequía extrema y excepcional, según datos recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este fenómeno afecta la producción agrícola local, lo que podría derivar también en cambios en la dieta tradicional mexicana si no se toman medidas urgentes.
La pérdida de alimentos no solo implicaría un golpe a la seguridad alimentaria global, sino también a la identidad cultural de las naciones. Si no se actúa ahora, el mundo no solo será más cálido, sino también más insípido.
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