México se levanta con puños de paz: Sheinbaum encabeza Clase Nacional de Boxeo desde el Zócalo capitalino
México, a 6 de abril del 2025.- En un hecho sin precedentes, miles de mexicanos y mexicanas de todas las edades se congregaron este domingo en plazas públicas de cada rincón del país para participar en la Clase Nacional de Boxeo, una jornada deportiva encabezada desde el Zócalo de la capital por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien convirtió el ejercicio físico en una metáfora de unidad, valentía y resistencia frente a los desafíos sociales que enfrenta la nación.
El evento, celebrado bajo el lema "Por la paz y contra las adicciones", tuvo como sede principal el Zócalo de la Ciudad de México, que fue cubierto por una marea tricolor de guantes, sudor y espíritu patriótico, con la participación simultánea de plazas públicas en todos los estados del país.
“Esta clase es un mensaje a todo México y a todo el mundo: en México construimos paz y elegimos siempre ser un país libre, independiente y soberano”, afirmó la mandataria al iniciar la jornada, frente a un multitudinario público que respondió con entusiasmo.
La actividad no solo fue una clase masiva de boxeo, sino también un acto simbólico y político, donde el deporte se posicionó como herramienta para transformar entornos, fortalecer la salud y promover valores positivos entre la juventud mexicana.
La magnitud del evento se elevó aún más con la presencia de íconos del boxeo mundial. Entre los asistentes estuvieron Rubén "El Púas" Olivares, Roberto "Mano de Piedra" Durán, Óscar de la Hoya, y la participación virtual de Julio César Chávez, leyendas que han dejado huella dentro y fuera del cuadrilátero.
“La Clase Nacional de Boxeo muestra que cuando nos organizamos, nada es imposible. Muestra que el pueblo de México es valiente y glorioso”, expresó Sheinbaum.
El evento fue organizado en coordinación con el Consejo Mundial de Boxeo, cuyo presidente, Mauricio Sulaimán, aseguró que la iniciativa representa una oportunidad para que el deporte inspire y movilice a la juventud, alejándola de entornos de violencia y adicciones.
La clase fue dirigida por instructores de talla nacional e internacional. Marco Antonio Barrera, excampeón mundial, fungió como capitán de instructores, acompañado por otras figuras del boxeo como José Luis Bueno, David Picasso y Marilyn Badillo, quienes guiaron a los participantes a través de rutinas de calentamiento y rounds dinámicos con técnicas básicas.
Desde niños hasta adultos mayores se sumaron al entrenamiento, demostrando que el boxeo no solo es un deporte de combate, sino también de disciplina, resistencia y salud mental.
“Las y los jóvenes mexicanos dicen no a la violencia, no a las adicciones. El pueblo de México dice no al racismo, no al clasismo, no al machismo. Decimos sí a la educación, sí a la paz, sí al amor”, subrayó Sheinbaum en su discurso.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, también dirigió un mensaje enérgico a los asistentes, destacando la importancia de convertir los espacios públicos en lugares de encuentro y resistencia pacífica.
“Llenamos este Zócalo tricolor a favor de la paz, a favor del deporte y haciendo un nocaut a la violencia. Aquí la Ciudad de México se levanta con mucha alegría, igual que todas las plazas del país”, señaló.
El acto fue celebrado como una victoria ciudadana. No hubo ring, pero sí batalla: la de miles de corazones latiendo al unísono, lanzando golpes al aire como si cada uno fuera una declaración de paz, una promesa de salud, un compromiso con la justicia social.
Más allá del espectáculo, la Clase Nacional de Boxeo se convirtió en un símbolo del México actual: un país que, con los guantes puestos y la cabeza en alto, apuesta por el bienestar colectivo, la inclusión, y el desarrollo de nuevas generaciones.
“Las y los jóvenes mexicanos son el presente y el futuro de nuestro país”, afirmó la presidenta, reafirmando su convicción de que el deporte es parte central en la construcción de una nación más libre, justa y saludable.
Con la ovación del público y la promesa de que este tipo de eventos continuarán impulsándose desde el gobierno federal, la jornada cerró con un aire de victoria compartida. México, por un día, fue un cuadrilátero donde nadie peleó entre sí, sino todos juntos contra los males que aún aquejan a la sociedad.
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