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Pese a que bajo carne de cerdo no se regularizan ganancias

Por Arquímedes González.
Misantla, Ver., a 11 de agosto del 2024.- El mercado local enfrenta una compleja realidad en medio de un verano marcado por las ventas bajas y los ajustes de precios, a pesar de la reducción en el costo del cerdo, que ha disminuido de 56 a 54 pesos por kilo en canal, la situación económica sigue siendo un desafío tanto para los comerciantes como para los consumidores.

Marco Antonio Landa Hernández, propietario de la carnicería Arturo’s, ha compartido un detallado análisis de los precios actuales en su establecimiento, el bistec y la chuleta se mantienen en $130 por kilogramo, mientras que el huesito y la manteca registran costos de $90 y $70 respectivamente.

La longaniza, un producto altamente demandado, alcanzan los $200 por kilogramo, además, los insumos como el chile de primera y el chile ancho se cotizan en $140 y $150 por kilogramo, productos tradicionales como los chicharrones y el cuerito también se encuentran a $200 y $140 por kilogramo.

Este panorama refleja una constante lucha entre la necesidad de mantener precios accesibles para los clientes y la realidad de los costos de producción y distribución, para muchos consumidores, estos precios significan un esfuerzo adicional para equilibrar el presupuesto familiar, especialmente en una época en la que cada gasto cuenta.

Este verano ha sido particularmente desafiante para los comerciantes locales, las altas temperaturas y la falta de eventos que atraigan a compradores han contribuido a una disminución en las ventas, Marco Antonio Landa Hernández señala que las amas de casa, un segmento clave de su clientela, han reducido sus compras de antojitos y lonches, productos que suelen ser populares en otras temporadas del año.

La reducción en la actividad comercial ha llevado a los comerciantes a buscar estrategias para atraer clientes., algunos han optado por ofrecer promociones y descuentos en ciertos productos, mientras que otros han ampliado su oferta de productos locales y frescos para captar la atención de los consumidores preocupados por la calidad y el precio.

A pesar de las dificultades actuales, el regreso a clases representa una esperanza para los comerciantes, tradicionalmente, este periodo marca un aumento en la demanda de alimentos y productos básicos, ya que las familias se preparan para el nuevo ciclo escolar, las amas de casa, que han reducido sus compras durante el verano, suelen aumentar su gasto en insumos para preparar almuerzos y meriendas para los estudiantes.

Landa Hernández confía en que septiembre traerá una recuperación en las ventas, "es un mes clave para nosotros", comenta, "las familias vuelven a comprar en mayores cantidades, y eso nos ayuda a equilibrar las pérdidas del verano", este optimismo, sin embargo, está acompañado de una cautela ante las incertidumbres económicas y las variaciones de precios.

En medio de estos retos, los comerciantes locales mantienen su compromiso con la comunidad. Han reforzado la calidad de sus productos y han mejorado la atención al cliente, buscando ofrecer una experiencia de compra que se ajuste a las necesidades y expectativas de los consumidores.

Los comerciantes, como Marco Antonio Landa Hernández, continúan adaptándose a las circunstancias cambiantes, buscando oportunidades para crecer y sostener sus negocios, a medida que se aproxima el regreso a clases, la comunidad comercial espera que las condiciones mejoren y que se establezca un equilibrio que beneficie tanto a vendedores como a compradores, en este contexto, la cooperación entre comerciantes, proveedores y consumidores se vuelve esencial para construir un entorno económico más resiliente y próspero.

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