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Medidas contra el covid-19.

Papantla, Ver., a 16 de marzo del 2020.-Estimados hermanos sacerdotes, diáconos, religiosas y pueblo de Dios.

Los saludo cordialmente pidiendo a Dios que por intercesión de Nuestra Señora del Carmen y de San Rafael Guizar y Valencia el Señor nos libre de esta pandemia que el mundo está padeciendo.

Como es de su conocimiento la Conferencia del Episcopado Mexicano ha emitido un comunicado con nuevas recomendaciones a propósito del covid-19. Por mi parte, habiendo tenido una reunión de consejo de presbiterio, DECRETO:

1. Suspender toda concentración pastoral numerosa de feligreses, así como la catequesis, hasta nuevo aviso, mientras tanto que se invite a los niños a realizar algunas tareas en su casa.

2. No olvidemos estar pendientes de las indicaciones de las autoridades de salud para enfrentar esta pandemia como son las medidas higiénicas en nuestra persona, en nuestras casas o iglesias o con los objetos que estamos constantemente en contacto y, por otro lado, pongamos en práctica la sana distancia con las personas, lo cual incluye evitar el saludo de mano o de beso.

3. La Eucaristía durante la semana podemos seguirla celebrando con presencia de fieles, pero con las medidas higiénicas recomendadas y las siguientes indicaciones litúrgicas:

1. Se prefiere que se celebren más Misas con poca presencia de fieles para que los presentes guarden sana distancia entre ellos.

2. Sobre el saludo la liturgia prevé que pueda suprimirse, por tanto, que sólo lo dé de palabra el sacerdote y le conteste el pueblo.

3. Sobre la Comunión que se reciba en la mano con una de las siguientes opciones:

a. Que los fieles pongan la mano en la que se va a recibir el cuerpo de Cristo encima de la otra con la cual después se toma la Sagrada Hostia para llevarla a la boca.

b. Que la comunión se vaya poniendo sobre un corporal en una bandeja y de ahí la toma el feligrés para llevársela a la boca (esto permite después purificar el corporal).

En cualquiera de las opciones no olviden pedir y vigilar que inmediatamente, antes de darse la vuelta los feligreses, se lleven la Sagrada Hostia a la boca y comulguen.

Como pastores y hombres de fe pongamos en oración y penitencia y ejerzamos nuestro ministerio sacerdotal de la palabra y la administración y de los sacramentos, sin dejar a un lado la confesión y la unción de los enfermos, naturalmente con todos los cuidados higiénicos recomendados. Estos momentos de prueba son un llamado de Dios para valorar nuestra interdependencia humana, el respecto a la naturaleza, madurar nuestra fe y conversión a Dios, a nosotros mismos y al prójimo.

Sobre las celebraciones eucarísticas dominicales después daré otro comunicado.

Pidamos en oración en todas las Misas, Horas Santas, Viacrucis y Rosarios que el Señor, por intercesión de María, nos convierta más a él y a nuestro prójimo. ¡Señor ten piedad de nosotros!

+ Mons. José Trinidad Zapata Ortiz
VIII Obispo de Papantla

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