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jueves, 1 de agosto de 2019

‘Las enfermedades son más espirituales que físicas’: padre David


Misantla, Ver., a 1 de agosto del 2019.- Este día de miércoles la iglesia católica celebro la fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador dela orden de los jesuitas en el mundo, fue en la celebración eucarística de la parroquia central de Nuestra Señora de la Asunción que el presbítero David Pérez Cruz en la homilía destaco el ejemplo de vida del religiosos español.

Como cada año la parroquia central de Nuestra Señora de la Asunción es abarrotada por la asamblea, la finalidad es de acudir a la misa del mediodía, así mismo para llevar envases de agua para que esta sea bendecida, donde el vital líquido es para que sea tomada, y según la fe religiosa la persona pueda alcanzar una sanación espiritual como física. 

En su homilía el presbítero David Pérez Cruz, explico a la asamblea que debemos de encontrar el reino de Dios en cada uno de nuestro corazón, y de esta forma poder dar un ben testimonio de amor, atraves de las buenas obras, dijo que el ejemplo de San Ignacio de Loyola es un ejemplo claro que se debe de seguir, pues en su vida antes de ser religiosos pudo ver la obra de Dios y seguir el destino que le encomendó el altísimo, esto buscando el reino de los cielos. 

El padre David, menciono que el Hombre en la actualidad debe de ser crítico, señalar las injusticias, con sus bases sólidas encausadas en la fe para servir a los demás, dijo además que en la actualidad existe más enfermedades espirituales que físicas, explicando que con la bendición del agua, esta servirá para ser tomada, no es para ser utilizada en regar en los hogares, ser utilizada para bendecir, esta servirá para que el enfermo pueda encontrar una buena salud. 

El presbítero fue directo al pedir a la asamblea que en este tiempo es bueno pedir la intercesión de san Ignacio de Loyola, y de esta manera pueda interceder en este mundo que es violentado con hechos que se registran atraves de los medios de comunicación, pues con la encrucijada se puede buscar la paz social. 

Al término de la celebración eucarística, el presbítero dio la bendijo los envases que contenían el agua, recomendó las 5 oraciones al santo mediador, dando la bendición final.

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