51 años de militancia respaldan a Rafael Alarcón

Misantla, Ver. a 28 de Mayo de 2016.- Un merecido reconocimiento por la lealtad y trabajo político al interior del PRI, fue el que se destacó este día viernes, en la entrega de medallas ‘Jesús Reyes Heroles’ al conocido licenciado Rafael Alarcón Rodríguez, por su militancia por más de 5 décadas.

Y es que de los 52 galardonados con esta máxima presea que otorga el instituto político, atinadamente se le otorgo al ‘Lic Rafa’, por sus 51 años de estar militando ininterrumpidamente dentro de las filas del PRI.

Como parte de su referente político, Alarcón Rodríguez, da sus primeros pasos a sus 14 años de edad, en la ciudad norteña de Tuxpan, de esta entidad veracruzana, ahí por el mes de junio con fecha 3 del año de 1965, es nombrado como director de la dirección juvenil municipalcontando con la anuencia de en ese entonces presidente del comité directivo estatal del PRI Taurino Caamaño Ramos.

Desde ese entonces el ‘Lic Rafa’ en su esfuerzo por cumplir cabalmente sus diversas comisiones, ha ganado el respeto, admiración y cariño de la militancia, la sociedad pero sobre todo de su familia; se ha desempeñado como se dice de ‘talachero’, maestro de ceremonias, orador en mítines concurridos, delegado del PRI, regidor en la ciudad de Xalapa.

A la par como trabajo social que ha desempeñado a lado de misantecos distinguidos, es la fundación y construcción del Tecnológico Superior de Misantla y algo que si es de reconocimiento cuando fue presidente del Club Rotario logra en el año de 1996 la fundación y construcción de la escuela de educación especial al norte de esta ciudad de Misantla.

“Un partido político es parte de una nación, comprende un conjunto de asociaciones, ósea, ideas e intereses, un partido político que en verdad lo es, opera permanentemente, las agencias electorales actúan exclusivamente cuando hay elecciones; (…) la renovación de dirigentes es el método indicado para evitar que progresen los grupos que controlan al partido, garantizan la circulación de las sangre e impide la formación de oligarquías hegemónicas internas”; Rafael Alarcón Rodríguez.