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Escasez y precios históricos de la mandarina ponen en riesgo las posadas navideñas

Productores de Veracruz reportan pérdidas severas tras sequía e inundaciones
Veracruz, a 6 de diciembre de 2025.- La mandarina, símbolo de las posadas y celebraciones decembrinas mexicanas, vive una de sus peores crisis de producción en años. Especialistas y productores advierten que este 2025 la fruta podría ser escasa, costosa y mayormente importada, debido a una combinación de sequía, lluvias extraordinarias y daños por inundaciones en zonas cítricas de Veracruz, Puebla y Nuevo León.

Un diciembre sin mandarina mexicana: la alerta del sector

Las posadas navideñas podrían quedarse sin mandarina nacional este año. Así lo advirtió Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), al señalar que desde hace cuatro meses el precio se mantiene en niveles nunca vistos: entre 70 y 100 pesos por kilo en la Ciudad de México y otros estados.

El especialista explicó que las severas sequías ocurridas entre 2023 y 2024, seguidas de excesos de lluvia en 2025, afectaron la producción de los principales estados citrícolas: Veracruz, Puebla y Nuevo León.

“Hoy, la mayor parte de la mandarina que se encuentra en el mercado es importada de Chile, Perú y Estados Unidos, y por eso su precio es tan elevado”, precisó.

Lo que se encuentra: fruta importada y mandarinas nacionales de menor calidad

Recorridos realizados en mercados y supermercados de varias ciudades del país confirman la tendencia: predominan mandarinas importadas entre 70 y 100 pesos/kg, mientras que la fruta nacional disponible es “inmadura, pequeña y de sabor ácido”, según locatarios, y aun así alcanza hasta 75 pesos por kilo.

En Querétaro, Samantha Hernández —responsable de un supermercado— señaló:

“Es la única que están trayendo los introductores, porque dicen que hay escasez por la sequía.”

Veracruz: la zona citrícola más golpeada

Productores del municipio de Álamo Temapache, el corazón citrícola del país, describen un panorama devastador.
Las inundaciones del 10 de octubre, sumadas a plagas y enfermedades como el Huanglongbing (HLB), desplomaron la cosecha.

Alejandro Céspedes, productor veracruzano, relata:

“En la parte de las márgenes del río, todo se cayó; no hay mandarinas, no hay naranjas. Por donde pasó el agua se llevó todo.”

En años normales, Céspedes cosechaba entre 100 y 120 toneladas por temporada. Este 2025, perdió casi 40% de su producción.

Veracruz concentra 200 mil hectáreas de cítricos —40% del total nacional— y 50 mil están solo en Álamo, según datos de Sader.

Una fruta frágil en tiempos extremos

La mandarina no soporta bien los cambios bruscos de clima.
Carlos Hernández, otro productor, explica que las fuertes lluvias, el exceso de humedad y los periodos de calor extremo dañan rápidamente los huertos.

Aun quedan árboles con fruta “medio verde”, indicó Céspedes, pero dudan que alcance maduración suficiente o que exista volumen relevante para abastecer el mercado navideño.

El pronóstico: precios altos y pocas mandarinas nacionales

El experto del GCMA es contundente:

“No se vislumbra que en estas fechas de posadas baje el precio o aumente la oferta de mandarina nacional.”

Según Anaya, la baja producción veracruzana presiona los precios a niveles de 80 a 90 pesos o incluso más.

Comerciantes del Mercado Medellín, en la CDMX, reportan pagar 700 pesos por caja de 10 kilos en la Central de Abasto, lo que obliga a venderla entre 80 y 100 pesos/kg, especialmente la fruta peruana.

Implicaciones culturales: un símbolo navideño en riesgo

La mandarina no es solo un fruto de temporada; forma parte del imaginario simbólico de las posadas, los aguinaldos y las celebraciones tradicionales mexicanas.
La escasez y el encarecimiento de este año representan un golpe adicional a los mercados populares y a las familias que buscan mantener vivas sus costumbres.

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