Ricardo Salinas Pliego enfrenta deuda fiscal de más de 49 mil millones; la nueva Corte decidirá su destino
El magnate mexicano acumula nueve juicios fiscales ante la SCJN por adeudos de Grupo Elektra, TV Azteca y Totalplay
México, a 10 de noviembre de 2025.- El empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, enfrenta una deuda superior a los 49 mil millones de pesos en nueve juicios fiscales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La resolución del caso no solo definirá la relación entre el fisco y el magnate, sino también la capacidad del máximo tribunal para sostener un criterio firme frente al poder económico.
Un adeudo multimillonario que pone en jaque a la nueva Corte
El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego mantiene una deuda fiscal superior a los 49 mil millones de pesos, cuya definición recaerá en la nueva integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Fuentes del Alto Tribunal confirmaron que el monto corresponde a la suma de nueve juicios distintos, promovidos por empresas de su propiedad como Grupo Elektra, Nueva Elektra Milenio, TV Azteca y Totalplay.
Estos procesos derivan del incumplimiento en el pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como de multas, recargos y actualizaciones. Uno de los casos más relevantes es el expediente 6321/2025, a cargo del ministro Arístides Guerrero García, que asciende a 33 mil millones de pesos, siendo el mayor monto en disputa.
La cifra total de los adeudos supera incluso la recaudación del sector minero mexicano en 2024, lo que da dimensión al alcance económico y político del conflicto.
La Corte rechaza suspender juicios; Salinas presiona por un ajuste fiscal
El pasado 4 de noviembre, el magnate solicitó que la Corte suspendiera el fallo de siete de los nueve juicios mientras el SAT resolvía una petición de ajuste de créditos fiscales.
Sin embargo, el ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, rechazó la solicitud al señalar que no existe disposición legal que faculte al titular del tribunal para detener el proceso judicial.
El argumento de Salinas Pliego —respaldado por Grupo Elektra— se basó en un supuesto “derecho de petición” ante el SAT, el cual, según la empresa, no ha sido respondido con oportunidad.
La Corte desestimó esta justificación por considerarla presentada por la parte interesada y sin sustento jurídico suficiente, manteniendo así la continuidad de los juicios.
La narrativa del empresario: víctima del sistema o evasor reincidente
Salinas Pliego ha hecho de su conflicto con el fisco un discurso público. En redes sociales y comunicados oficiales, se ha descrito como víctima de “abusos de autoridad” y “cobros injustos”, mientras el gobierno federal lo acusa de evasión sistemática mediante estrategias contables y legales.
Este domingo 9 de noviembre, Grupo Salinas anunció que evalúa demandar al SAT por lo que calificó como “doloso silencio administrativo” y “violación a sus derechos constitucionales”.
El conglomerado exigió además que se recalcule la deuda y se eliminen recargos excesivos, afirmando que está dispuesto a pagar “en un plazo de 10 días” si se ajustan las cifras “conforme a derecho”.
No obstante, especialistas fiscales señalan que estas declaraciones se repiten cada vez que los tribunales se acercan a dictar sentencia, interpretándolas como una táctica dilatoria para prolongar los litigios.
El peso simbólico y político del caso
El enfrentamiento entre el SAT y uno de los hombres más ricos del país representa un caso paradigmático para el sistema fiscal mexicano.
Por un lado, exhibe la capacidad del Estado para hacer cumplir las obligaciones tributarias incluso frente a grandes corporaciones; por el otro, pone a prueba la independencia de la Suprema Corte ante la presión política, mediática y económica.
Durante los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, las acusaciones contra el empresario se intensificaron, con estimaciones de deudas acumuladas por más de 74 mil millones de pesos en litigio.
El caso se ha convertido así en un símbolo de la desigualdad tributaria y de la impunidad fiscal corporativa que durante décadas caracterizó al sistema mexicano.
La Corte ante su prueba de fuego
La decisión que adopte la Suprema Corte marcará un precedente crucial.
Si el Alto Tribunal confirma los adeudos, significará un mensaje claro sobre la fortaleza institucional del Estado frente a los intereses privados.
Pero si cede ante los argumentos del empresario, podría reabrir el debate sobre el trato preferencial hacia los grandes contribuyentes en México.
Más allá de los tecnicismos legales, el caso Salinas Pliego refleja una pregunta de fondo:
¿Puede la justicia mexicana tratar con igualdad a un magnate y a cualquier ciudadano?
El desenlace dirá si el país avanza hacia una verdadera rendición de cuentas fiscal, o si el poder económico sigue dictando las reglas desde sus corporativos.




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