La Iglesia condena asesinato del alcalde de Uruapan y exige frenar el control criminal en México
La Conferencia del Episcopado Mexicano advierte sobre el debilitamiento del orden constitucional y llama al Estado a una respuesta firme ante la violencia
México, a 3 de noviembre de 2025.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó enérgicamente el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido esta semana en Michoacán, y demandó al Estado mexicano enfrentar con decisión la expansión de los grupos armados que imponen su poder en diversas regiones del país.
En un comunicado difundido el 2 de noviembre, los obispos afirmaron que la muerte de Manzo —quien había denunciado la violencia en su municipio— es símbolo del riesgo que enfrentan las autoridades locales, productores y ciudadanos que se resisten al dominio del crimen organizado.
“La presencia ordinaria de grupos armados que controlan la vida pública de los ciudadanos en varias regiones del país es el verdadero crimen a enfrentar”, señaló la CEM. “Los retenes, el despojo de tierras y las amenazas a productores y comerciantes reflejan un grave debilitamiento del orden constitucional”.
La raíz del problema: la impunidad y el control armado
El documento, firmado por el obispo de Zamora, Javier Navarro Rodríguez, sostiene que la prioridad nacional no debe limitarse a capturar a los autores materiales de los homicidios, sino a atacar las estructuras criminales que operan con impunidad y que, en muchos casos, suplantan al propio Estado.
La CEM advirtió que los asesinatos de figuras públicas —como el del alcalde Manzo o el del líder citricultor Bernardo Bravo en Apatzingán— son solo la parte visible de una crisis más profunda: la vida cotidiana amenazada de miles de mexicanos.
Fe, resistencia y llamado a la paz
Los obispos reconocieron la labor de sacerdotes, religiosas y agentes pastorales que continúan acompañando a las comunidades en medio del miedo y la incertidumbre, y los calificaron como “signos de esperanza en medio del horror”.
Asimismo, hicieron un llamado directo “a quienes están provocando esta violencia fratricida” para que detengan las agresiones y respeten la vida humana como valor supremo.
Finalmente, la CEM convocó a familias, maestros, empresarios, religiosos y autoridades de los tres niveles de gobierno a redoblar esfuerzos en favor de la paz, ofreciendo el Diálogo Nacional por la Paz como espacio de encuentro y coordinación social.
“No se trata solo de contar a los muertos”, subraya el comunicado, “sino de rescatar la vida de un país que no puede acostumbrarse a la violencia”.




No hay comentarios