Fallece Monseñor Lorenzo Cárdenas Aregullín, obispo emérito de Papantla: un pastor que hizo de su vida un don
La Diócesis de Papantla confirmó su deceso este domingo 9 de noviembre; sus restos serán velados en la Catedral de Teziutlán
Papantla, Ver., a 10 de noviembre de 2025.- El fallecimiento de Monseñor Lorenzo Cárdenas Aregullín, obispo emérito de la Diócesis de Papantla, Veracruz, ha conmovido profundamente a la comunidad católica del estado y del país. Su partida, anunciada oficialmente este domingo 9 de noviembre de 2025, marca el cierre de una vida entregada a la fe, la fraternidad y el acompañamiento pastoral. La Diócesis informó que sus restos serán velados en la Catedral de Teziutlán, donde los fieles podrán rendirle homenaje y darle el último adiós.
Una vida al servicio de la Iglesia y de su pueblo
Nacido el 23 de marzo de 1937 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, Lorenzo Cárdenas Aregullín fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1962 en la Catedral de Tampico.
Su vocación, marcada por la cercanía con la gente y la fidelidad al Evangelio, lo llevó a ocupar cargos pastorales que moldearon su liderazgo y su legado espiritual.
En 1978 fue designado Obispo Auxiliar de Tehuacán, y tres años después, en 1981, tomó posesión como VI Obispo de la Diócesis de Papantla, donde permaneció por más de dos décadas guiando con serenidad y sabiduría a su comunidad.
Durante su ministerio, impulsó una espiritualidad de comunión, animando a los fieles a reconocer la dignidad de toda persona y a construir comunidades más justas, fraternas y solidarias.
El pastor de la ternura y la palabra sabia
Quienes lo conocieron lo describen como un hombre de profunda humildad y paz interior, con una fe que se expresaba en gestos sencillos y en su capacidad de acompañar sin imponer.
Monseñor Lorenzo prefería el silencio reflexivo antes que la exposición pública; su testimonio estaba más en el servicio cotidiano que en los discursos.
Su frase más recordada —“hagan de su vida un don para los demás”— resume no solo su enseñanza, sino también su propia existencia.
Fue mentor, guía y confidente para sacerdotes, religiosas y laicos, siempre con una palabra de aliento y una mirada llena de compasión.
Su vida fue testimonio de que la santidad se construye en lo cotidiano, en la fidelidad silenciosa y en el amor sin condiciones.
Reacciones y homenaje de la comunidad eclesial
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por la Diócesis de Papantla a través de un comunicado publicado en redes sociales, donde expresó:
“A nuestra feligresía les informamos que Mons. Lorenzo Cárdenas Aregullín ha retornado a la Casa del Padre. El alma de Don Lorenzo y la de todos nuestros hermanos difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.”
Asimismo, el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, recordó durante la homilía dominical que el obispo emérito se encontraba delicado de salud en días recientes, y expresó su gratitud por la vida de un pastor que “sirvió con alegría y esperanza hasta el final de sus días”.
Un legado que trasciende el tiempo
Monseñor Lorenzo Cárdenas deja tras de sí una huella imborrable en la vida de la Iglesia veracruzana.
Su presencia en Papantla transformó la pastoral diocesana, impulsando proyectos educativos, vocacionales y de evangelización que hoy siguen vigentes.
Fue un defensor de los valores comunitarios y del respeto a las tradiciones indígenas de la región, promoviendo el diálogo intercultural y la inclusión desde la fe.
Su ministerio fue una invitación permanente a la esperanza, a la misericordia y al amor como fundamento de toda acción cristiana.
Quienes lo trataron afirman que su voz seguirá resonando en los templos, en las comunidades y en los corazones de los fieles que aprendieron de él el sentido más profundo del servicio.
El último adiós al obispo de la fraternidad
Los restos mortales de Monseñor Lorenzo Cárdenas Aregullín serán velados en la Catedral de Teziutlán, donde fieles, sacerdotes y comunidades de distintas diócesis podrán despedirlo con oración y gratitud.
La Diócesis informó que se celebrarán misas y actos litúrgicos en su memoria durante los próximos días, antes de su sepultura final.
Con su partida, la Iglesia de Veracruz pierde a uno de sus pastores más queridos y coherentes, pero su mensaje perdura:
“Servir no es un deber, sino una alegría; amar, la forma más bella de vivir la fe.”
Descanse en paz, Monseñor Lorenzo Cárdenas Aregullín (1937–2025), pastor de la ternura, hombre de fe y guía del pueblo.




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