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El grafiti contra Claudia Sheinbaum desata condena internacional

Israel exige frenar discursos de odio mientras el país debate los límites de la protesta
Israel, a 17 de noviembre de 2025.- Durante la marcha convocada por jóvenes de la llamada Generación Z en la Ciudad de México, un grafiti con insultos antisemitas dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum apareció en la puerta principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, provocando una inmediata condena del gobierno de Israel. El hecho, junto con otros símbolos de odio detectados en la movilización, reavivó el debate sobre el rumbo y la manipulación política de las protestas.

La marcha que se quebró en un instante

Miles de personas llegaron al Centro Histórico el pasado sábado, convocados inicialmente por jóvenes de la Generación Z. La marcha, que en su origen buscaba expresar el hartazgo juvenil hacia las instituciones, mutó rápidamente cuando se sumaron grupos políticos, opositores de diversas edades y colectivos indignados por distintas causas.

Aunque el recorrido transcurrió en relativa calma, la tensión escaló en los últimos tramos hacia el Zócalo. Ahí, entre consignas y pancartas, emergió la imagen que trastocaría la conversación nacional: un insulto antisemita dirigido directamente a la presidenta.

Un aerosol que encendió alarmas internacionales

El grafiti “Puta judía” apareció pintado con aerosol negro sobre la puerta principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a un costado de Palacio Nacional. A su lado, otro símbolo: una Estrella de David tachada en rojo, reforzando el mensaje de odio.

Las imágenes circularon de inmediato en redes sociales, acompañadas de denuncias ciudadanas y fotografías que no dejaron margen a la duda.

Horas después, la reacción internacional llegó desde Jerusalén.

Gideon Sa’ar, canciller de Israel, emitió un comunicado en español e inglés: Israel condenaba categóricamente los mensajes antisemitas aparecidos en la marcha de la Ciudad de México. La declaración se volvió tendencia en cuestión de minutos.

Símbolos nazis y denuncias en redes: la sombra extrema en la protesta

La indignación creció aún más cuando usuarios reportaron la presencia de un manifestante vistiendo una camiseta con una esvástica nazi. La fotografía, captada en el Zócalo, avivó la preocupación sobre infiltración de grupos extremistas o la normalización de códigos de odio en la esfera pública.

La ruta de la marcha quedó marcada por múltiples pintas y daños en edificios públicos, lo que contrastó con el discurso pacífico que los organizadores aseguraban defender.
Violencia en la recta final: 120 lesionados y una veintena de detenidos

Al cierre del recorrido estallaron los incidentes más graves. Grupos de jóvenes encapuchados comenzaron enfrentamientos con la policía utilizando piedras, palos, cohetes y cadenas.

El secretario de Seguridad capitalino, Pablo Vázquez, confirmó 120 personas heridas, de las cuales 100 eran agentes policiacos. Aunque la mayoría presentó lesiones menores, la escena marcó un giro drástico en la narrativa de la manifestación. Una veintena de individuos terminó detenida.

Entre consignas políticas y acusaciones de manipulación

Gritos como “Fuera Morena”, “Estado corrupto” y “Narcopresidenta” resonaron durante el trayecto. Las voces provenían de manifestantes muy diversos, desde estudiantes hasta adultos mayores, muchos sin identificación partidista, pero unidos por el descontento.

El gobierno federal respondió señalando que la convocatoria había sido manipulada por grupos de derecha, incluso internacionales, y amplificada mediante bots en redes sociales.

Un movimiento global con varios detonantes

La llamada “marcha de la Generación Z” no nació en México. En septiembre provocó la caída del gobierno de Nepal y ha tenido eco en países asiáticos y africanos. En América Latina, movilizaciones similares se registraron en Perú, especialmente en las protestas contra José Jerí.

En México, sin embargo, el detonante fue distinto: una mezcla de hartazgo juvenil, crisis económica y polarización política.

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