SEV bajo la lupa: ORFIS detecta daño patrimonial de más de 10 millones y desaparecen más de 400 computadoras
El informe del ORFIS señala que la dependencia no presentó resguardos ni documentación que acreditara la ubicación o asignación de estos bienes, lo que impide determinar si se trata de una negligencia grave o de un posible desfalco. Entre los objetos faltantes se encuentran casi 300 laptops, valuadas entre 10 mil y 17 mil pesos cada una, y alrededor de 100 computadoras de escritorio, con un costo unitario de 28 mil pesos. Además, desaparecieron escritorios, sillas y sistemas modulares cuyo valor alcanza 100 mil pesos por unidad.
“La información proporcionada fue insuficiente para solventar la observación”, subraya el dictamen del ORFIS, evidenciando la falta de controles internos y la ausencia de transparencia en la SEV.
El análisis del órgano fiscalizador también revela graves irregularidades fiscales, ya que la SEV no comprobó el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) retenido en varios periodos, ni acreditó acciones legales o administrativas contra los funcionarios responsables.
Asimismo, la dependencia no notificó al Órgano Interno de Control ni presentó denuncias ante la Fiscalía General del Estado, a pesar de que estas omisiones generaron un crédito fiscal vigente, lo que refleja una gestión administrativa laxa y cuestionable.
El ORFIS advirtió que, de no solventarse estas observaciones, podrían derivarse responsabilidades administrativas y resarcitorias, además de que se daría vista a la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Veracruz, lo que implicaría investigaciones más profundas y posibles sanciones a los funcionarios involucrados.
El hallazgo de más de 400 computadoras y equipo administrativo desaparecidos pone en evidencia fallas estructurales en la administración de recursos públicos dentro de la SEV. La ausencia de documentación y resguardos cuestiona no solo la transparencia sino la eficacia de los mecanismos de control interno, dejando en entredicho la gestión de los recursos destinados a la educación en Veracruz.
Estas irregularidades serán analizadas por el Congreso del Estado, que tendrá la responsabilidad de determinar si se trata de negligencia administrativa, malversación de fondos o ambos. La magnitud del daño patrimonial, sumado a la falta de evidencia de acciones correctivas, podría sentar un precedente sobre la rendición de cuentas y la supervisión del gasto público en la entidad.
La SEV se encuentra así en el centro de un escándalo que cuestiona la gestión de recursos educativos, mientras cientos de computadoras y mobiliario desaparecen sin explicación, y los responsables aún no enfrentan consecuencias. La pregunta que queda es clara: ¿Quién responderá por más de 10 millones de pesos desaparecidos y la falta de transparencia en la educación veracruzana?
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