Sanae Takaichi rompe el techo de cristal y asume como primera ministra de Japón

La nueva líder promete un giro conservador en un país donde la política ha sido históricamente masculina

Japón, a 21 de octubre de 2025.- En un momento histórico para la política japonesa, Sanae Takaichi fue elegida este martes como primera ministra, convirtiéndose en la primera mujer en liderar el país y marcando un posible giro hacia políticas más conservadoras. La política, conocida por su cercanía al ex primer ministro Shinzo Abe y admiradora de Margaret Thatcher, recibió 237 votos en la Cámara Baja, superando la mayoría de los 465 escaños.

Takaichi asegura así el liderazgo del Partido Liberal Democrático (PLD), en coalición con el derechista Partido de la Innovación de Japón (Ishin), consolidando un bloque que enfrentará retos económicos y sociales en medio de un país que aún conserva una estructura política dominada por hombres.

“Los dos partidos no disponen de mayoría en ninguna de las dos cámaras y, para garantizar un Gobierno estable, necesitarán asegurarse más de la mitad de los escaños”, advirtió Tadashi Mori, profesor de política en la Universidad Aichi Gakuin.

Tras años de deflación, Japón enfrenta ahora un incremento sostenido en los precios. Los analistas prevén que Takaichi impulse el gasto público para reactivar la economía, siguiendo la línea de “Abenomics”, lo que llevó al índice bursátil Nikkei a máximos históricos este martes. No obstante, persiste la inquietud sobre la sostenibilidad del gasto en un país con una deuda que supera su producción anual.

Takaichi deberá negociar con la oposición para implementar medidas económicas efectivas. Según Mori, “un nuevo estímulo podría debilitar el yen y recortar impuestos solo estimularía la demanda sin frenar la inflación actual”.

La Cámara Alta también aprobó su nombramiento, y Takaichi prestará juramento como la 104ª primera ministra de Japón, sucediendo a Shigeru Ishiba, quien dimitió tras las recientes derrotas electorales de su partido.

Su llegada al poder simboliza un avance en la inclusión femenina, pero al mismo tiempo abre la puerta a un enfoque más conservador en inmigración y política social, siguiendo la línea ideológica de Abe y su propia visión de gobierno.

Con esta elección, Japón se encuentra ante un nuevo capítulo político, donde la primera mujer en el poder enfrenta el desafío de equilibrar la economía, la política de género y las demandas sociales, mientras marca su propio legado en la historia del país.