Diócesis de Veracruz llama a unidad y solidaridad ante inundaciones en la zona norte

Vocero exhorta a partidos políticos y sociedad a priorizar ayuda a damnificados y dejar de lado la confrontación

Veracruz, a 20 de octubre de 2025.- La Diócesis de Veracruz hizo un enérgico llamado a los partidos políticos, actores políticos, autoridades y ciudadanía en general a dejar de lado las diferencias y enfocarse en apoyar a los damnificados por las recientes inundaciones en la zona norte del estado, luego de que se registraran acusaciones de politización de la tragedia y confrontaciones entre simpatizantes de distintas fuerzas políticas.

Previo a la homilía dominical, Aurelio Mojica Limón, vocero de la Diócesis, lamentó los hechos y destacó que, antes de buscar culpables o hacer señalamientos, lo prioritario es unirse y brindar apoyo a los cientos de afectados.

“Hay que mover las manos, los pies, la cabeza para ver cómo se resuelve este problema, apoyar a la gente afectada… ya habrá tiempo para hablar de culpables. Ahora todas las fuerzas políticas, la sociedad y gobierno deben unirse para resolver esta problemática y enviar mensajes de esperanza”, señaló Mojica Limón.

El vocero también informó que las afectaciones alcanzaron a numerosos centros religiosos, donde se perdieron muebles y aparatos electrónicos, imposibilitando la celebración de misas. Sin embargo, destacó que el Obispo de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, ha recorrido algunas parroquias dañadas para motivar a la comunidad y acompañarla en la recuperación.

“Las iglesias se van recuperando poco a poco; primero es la limpieza y luego ver qué cosas pueden servir, pero lo que son muebles y aparatos electrónicos se perdió todo. Son muchas capillas y parroquias, pero lo positivo es que están vivos, y eso nos da esperanza para reactivar los templos”, expresó.

Finalmente, la Diócesis reiteró la importancia de seguir apoyando a los centros de acopio de Cáritas, presentes en todas las parroquias, como un canal efectivo para canalizar ayuda a las familias más afectadas por las inundaciones.

La Iglesia hace un llamado a la unidad y la solidaridad, subrayando que la tragedia es un momento para trabajar juntos y no para confrontaciones políticas, y enfatiza que la prioridad debe ser la recuperación y el bienestar de las comunidades afectadas.