Devastación en Poza Rica: la Diócesis de Papantla pide oraciones y ayuda por las familias afectadas por las inundaciones
Poza Rica, Ver., a 10 de octubre de 2025.- En entrevista con el cura Lorenzo Rivas Fuentes, vocero de la Diócesis de Papantla, se confirmó la grave situación de emergencia que enfrenta la ciudad de Poza Rica tras las fuertes lluvias e inundaciones que han dejado a miles de familias atrapadas, viviendas bajo el agua y severos daños materiales.
“Estamos padeciendo una inundación muy tremenda; muchos refieren que hace veintiséis años no se veía algo así. Varias parroquias están bajo el agua, unas más afectadas que otras. La parroquia de San Judas Tadeo, en la colonia Gaviotas, está totalmente inundada; la del Espíritu Santo, cerca de la central camionera, igual, y la de María Inmaculada, donde yo sirvo, tiene agua en gran parte de la zona”, relató el sacerdote.
Rivas Fuentes señaló que algunas colonias presentan niveles de agua que alcanzaron el tercer piso de las viviendas y comercios, mientras que muchas familias permanecen atrapadas sin alimentos ni agua potable. “Me dijo una feligresa que desde ayer no han comido nada; se subieron al tercer piso para sobrevivir. Solo agradecen estar vivos”, compartió con preocupación.
El sacerdote aclaró que, pese a rumores de un nuevo desbordamiento, Protección Civil descartó un segundo golpe de agua, aunque el riesgo continúa mientras el nivel no descienda por completo.
En medio de la emergencia, la Diócesis de Papantla activó los protocolos de Cáritas Nacional para solicitar ayuda a nivel país. El padre Adán Contreras, director de Cáritas, coordina los esfuerzos para reunir víveres, agua, ropa y artículos de primera necesidad destinados a los damnificados.
Rivas Fuentes expresó también su solidaridad con otras zonas afectadas del norte del estado, como Tihuatlán, Plan de Ayala y Zacate Colorado, comunidades prácticamente desaparecidas por la fuerza del agua.
Conmovido, el vocero diocesano hizo un llamado a la reflexión y a la acción:
“La naturaleza nos está pasando factura. Hemos abusado del planeta, y hoy los más pobres son los más afectados. Les pido a todos que recen por nosotros y que, si pueden, organicen colectas de víveres. Toda ayuda será bienvenida”.
Finalmente, el sacerdote agradeció la cercanía y preocupación de comunidades como Misantla, de donde es originario, e insistió en que la fe y la solidaridad son las fuerzas que permitirán reconstruir la esperanza en Poza Rica, una ciudad hoy paralizada por la tragedia, pero unida por la oración.




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