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Brutal novatada pone en riesgo carrera militar de cadete en la Ciudad de México

El joven Aldo Rendón Monjez sufrió graves lesiones tras agresión de otro cadete y denuncia falta de respuesta de autoridades militares y de derechos humanos.
México, a 20 de octubre de 2025.- El sueño de continuar con la tradición militar en la familia Rendón Monjez se encuentra al borde del colapso. Aldo Rendón, cadete de primer año en la Escuela Militar de Ingeniería de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), fue víctima de una agresión física que dejó severas secuelas en su salud y que, según su familia, ha sido desatendida por las autoridades del plantel y organismos de supervisión.

Los hechos ocurrieron durante las últimas semanas de marzo de este año, cuando Aldo comenzó a sufrir agresiones verbales y burlas de parte de cadetes de mayor antigüedad. Entre estos se encontraba José Zaid “N”, quien intensificó el bullying ordenando al joven realizar planas con la leyenda “No debo faltar el respeto a mis superiores”. Al negarse, Aldo recibió tres golpes contundentes en el cuello, provocando inflamación, dolor intenso y dificultad para ingerir alimentos.

Fue hasta la Semana Santa que la familia se percató de la gravedad de la situación, al notar que el cadete no podía masticar ni tragar normalmente. Tras realizar estudios médicos en Manzanillo, Colima, se determinó que Aldo presenta un esguince cervical grado 3, pérdida de la curvatura natural del cuello y afectaciones en las vértebras, lesiones consideradas de alta gravedad y riesgo para su carrera militar.

A pesar de que la familia presentó denuncia ante la Fiscalía General de Justicia Militar y que el caso fue documentado con evidencia médica y audiovisual, el proceso no ha avanzado. Según Aldo Rendón, el plantel habría intentado minimizar la agresión mediante arrestos temporales y represalias, mientras que las autoridades de la CNDH cerraron la queja bajo el argumento de información incompleta, a pesar de haber entregado toda la documentación requerida.

El señor Aldo, padre del joven, denuncia además conflicto de interés en los órganos de control, ya que las autoridades responsables de investigar su queja ante la CNDH y el Órgano Interno de Control fueron las mismas señaladas por presunta negligencia.

“No quiero sacar provecho de nada, nada más que se le haga justicia a mi hijo y no lo corran. Él está orgulloso de pertenecer a la Escuela Militar y su ilusión es seguir con su carrera”, afirma el padre, quien solicita la intervención directa de las más altas autoridades, incluyendo a la Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, Presidenta Claudia Sheinbaum, para garantizar que se esclarezcan los hechos y se sancione a los responsables.

La familia Rendón Monjez enfrenta ahora no solo las secuelas físicas y psicológicas de Aldo, sino también la incertidumbre sobre su futuro en las Fuerzas Armadas, mientras exigen que la justicia militar y los organismos de derechos humanos cumplan con su deber de proteger a los cadetes y sancionar la violencia en los planteles.

Esta historia pone en evidencia la fragilidad de los mecanismos de protección y supervisión dentro de la formación militar, así como la necesidad de protocolos claros para prevenir y sancionar novatadas y agresiones que puedan poner en riesgo la vida y la carrera de los jóvenes cadetes.

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