Infancia mexicana, la gran olvidada: pese a avances del sexenio pasado, 4 de cada 10 niños viven en pobreza
México, a 16 de agosto de 2025.- Mientras el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) celebra la salida de más de 13 millones de mexicanos de la pobreza, la infancia revela un panorama mucho más sombrío: los niños nacidos durante el sexenio fueron los más afectados, enfrentando carencias que comprometen su desarrollo y bienestar.
De acuerdo con el Informe de Pobreza Multidimensional del INEGI, entre los menores de 0 a 5 años, la pobreza pasó de 6.2 millones en 2018 a 3.9 millones en 2024, lo que representa el 41.9 por ciento de los 9.3 millones de niños en edad preescolar en México, la cifra más alta de todos los grupos de población. Esto significa que casi uno de cada dos niños pequeños vive en condiciones de vulnerabilidad extrema, incapaz de cubrir siquiera sus necesidades básicas de alimentación, aun destinando todos los recursos familiares a la despensa.
El especialista en derechos de la infancia, Juan Martín Pérez García, advierte que el sexenio pasado estuvo marcado por un enfoque asistencialista y político, enfocado en sectores rentables electoralmente. “Los niños fueron sistemáticamente ignorados, no se diseñaron políticas específicas para su protección, educación o alimentación”, señaló.
Mientras tanto, la población mayor de 65 años fue la más favorecida: la pobreza disminuyó de 4.5 millones a 3.2 millones, equivalente al 23.6 por ciento del total de adultos mayores, el porcentaje más bajo entre todos los grupos etarios, evidenciando una priorización de los programas de pensión y salud hacia quienes representan un sector más “predecible” políticamente.
El desglose por edades muestra una brecha persistente en los jóvenes y niños:
6 a 11 años: 39.3% en pobreza
12 a 17 años: 36%
18 a 29 años: 28%
30 a 64 años: 25.5%
Pero la pobreza no es el único riesgo: según la organización Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), 2024 registró 2,243 homicidios infantiles (456 niñas y 1,787 niños) y 73 feminicidios de menores, mientras la violencia sexual se ha incrementado en un 1,139 por ciento en los últimos 13 años. A esto se suma la falta de acceso a derechos fundamentales: 42.3 por ciento de los niños carece de servicios de salud, y 21.2 por ciento enfrenta carencia alimentaria.
En contraste, los programas sociales ofrecidos por el gobierno federal están dirigidos principalmente a grupos específicos: los menores de 6 a 17 años reciben becas escolares y pensiones por discapacidad, los jóvenes de 18 a 29 cuentan con Jóvenes Construyendo el Futuro, los adultos de 30 a 64 reciben pensiones para mujeres y personas con discapacidad, y los mayores de 65 años con pensión para adultos mayores y programas de salud a domicilio. Los menores de 0 a 5 años quedan prácticamente fuera del alcance de apoyos directos, salvo los limitados dirigidos a madres trabajadoras.
Estos datos reflejan que, pese a los avances generales en reducción de pobreza, la infancia mexicana sigue siendo el grupo más vulnerable, con casi cuatro de cada diez niños viviendo en condiciones de extrema carencia, lo que compromete su nutrición, educación, desarrollo y seguridad. Expertos advierten que sin políticas urgentes enfocadas en los más pequeños, México corre el riesgo de generar una generación marcada por la desigualdad y la exclusión social.
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