Lactarios en centros de trabajo: un derecho que protege la salud, no un lujo opcional

México, a 31 de julio de 2025.- Del 1 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una campaña internacional que busca visibilizar la importancia de alimentar con leche materna a los recién nacidos, pero también —y especialmente— de crear condiciones reales para que las madres puedan ejercer ese derecho incluso después de regresar al trabajo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna es una de las prácticas más efectivas para garantizar la salud y la supervivencia infantil. La leche materna no solo contiene todos los nutrientes que el bebé necesita durante sus primeros meses de vida, también proporciona defensas naturales contra enfermedades comunes en la infancia.

Pero hablar de lactancia materna en el siglo XXI no es solo hablar del acto de amamantar. También es hablar de dignidad, infraestructura, leyes y apoyo en los centros laborales.

Lactarios: espacios necesarios, no decorativos

Uno de los grandes desafíos que enfrentan las madres trabajadoras en México es encontrar un lugar seguro, higiénico y privado para extraer su leche durante la jornada laboral. Para ello, existen los lactarios, espacios que muchas veces brillan por su ausencia en empresas, oficinas públicas e instituciones educativas.

Un lactario no puede ser un baño, como lamentablemente aún sucede en algunos centros de trabajo. La extracción de leche requiere condiciones específicas de higiene y tranquilidad. Hacerlo en un lugar insalubre puede poner en riesgo la salud del bebé, además de la madre, quien puede desarrollar mastitis, una infección dolorosa que ocurre si no se extrae la leche con regularidad.

La ley respalda a las madres… pero no siempre se cumple

La Ley Federal del Trabajo, en su artículo 170 fracción IV, establece que las madres tienen derecho a:

· Dos pausas de 30 minutos por día para alimentar a sus hijos, en un lugar adecuado e higiénico.

· Reducción de una hora en la jornada laboral hasta por seis meses, previo acuerdo con el empleador.

Sin embargo, estos derechos muchas veces quedan en letra muerta. La falta de información, el estigma o la presión laboral provocan que muchas mujeres renuncien a lactar o lo hagan en condiciones inadecuadas.

Lactancia en el trabajo: beneficios para todos

Apoyar la lactancia materna en los centros laborales no solo es una medida humanitaria y legal, también es una estrategia sustentable. Estudios han demostrado que favorece la salud de las madres, reduce el ausentismo, mejora la productividad y fortalece la imagen institucional de las empresas.

En un país donde aún hay desigualdades marcadas para las mujeres en el ámbito laboral, promover lactarios y condiciones favorables para la lactancia es una manera concreta de cerrar brechas y construir espacios verdaderamente inclusivos.

La leche materna salva vidas. Pero para que llegue del pecho al biberón, también debe pasar por el respeto, la voluntad política y el compromiso social.