Bukele sacude la narrativa democrática: “Los derechos humanos y la democracia se usan para someternos”
San Salvador, a 2 de junio del 2025.- En un encendido y polémico discurso por el primer año de su segundo mandato consecutivo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó duras críticas contra los pilares fundamentales de la gobernabilidad democrática, afirmando que conceptos como la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho son, en realidad, instrumentos para someter a los pueblos.
Desde el Teatro Nacional, en el centro histórico de San Salvador, Bukele encabezó una sesión solemne de la Asamblea Legislativa que estuvo cargada de simbolismo político y mensajes dirigidos tanto a la comunidad internacional como a sus opositores internos.
“Democracia, institucionalidad, transparencia, derechos humanos, Estado de derecho... suenan bien, son grandes ideales, pero en la práctica se usan solo para mantenernos sometidos”, expresó el mandatario, en una declaración que ya ha generado eco internacional.
Aclamado por sus simpatizantes, Bukele utilizó su intervención para cuestionar el orden político tradicional, sugiriendo que muchos de los valores promovidos por organismos internacionales y potencias extranjeras no han servido a los intereses del pueblo salvadoreño, sino para perpetuar estructuras de control.
La frase generó reacciones inmediatas en redes sociales, donde sus seguidores lo celebraron como un líder que “rompe con la hipocresía global”, mientras que activistas y observadores lo señalaron como una amenaza directa a los principios democráticos y a los derechos fundamentales.
Bukele inició en 2024 su segundo período presidencial, en medio de señalamientos por haber debilitado los contrapesos institucionales, como el sistema judicial y los organismos independientes. Su gobierno ha sido ampliamente reconocido por su política de seguridad —con una baja histórica en homicidios— pero también criticado por detenciones arbitrarias, militarización y falta de transparencia.
El control casi absoluto de la Asamblea Legislativa y la eliminación de la reelección como una barrera constitucional previa le han permitido concentrar el poder como ningún otro presidente salvadoreño en la historia reciente.
Diversos organismos de derechos humanos y misiones diplomáticas han evitado hasta el momento una respuesta oficial al discurso, aunque se espera que en las próximas horas la ONU, la OEA o la CIDH emitan posicionamientos sobre la declaración del presidente salvadoreño, que desafía abiertamente el lenguaje tradicional de la diplomacia internacional.
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