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Reaparece el gusano barrenador en México: la plaga que amenaza al ganado y revive tensiones con EE.UU.

México,
a 18 de mayo del 2025.- La alarma se ha encendido en el sector agropecuario mexicano: el gusano barrenador del ganado, una de las plagas más devastadoras del hemisferio, ha reaparecido con fuerza en el sureste del país, desatando una crisis zoosanitaria sin precedentes en más de dos décadas. Desde noviembre de 2024 hasta mayo de 2025, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha reportado 1,078 casos confirmados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), marcando un abrupto retroceso para México, que se había mantenido libre de esta plaga desde 2003.

El gusano barrenador es una larva que se alimenta de carne viva en animales de sangre caliente, incluyendo humanos, y su presencia ha escalado de forma exponencial: de 2 casos en noviembre a 503 en abril. La reaparición de esta plaga no solo está causando estragos en el sureste del país, sino que ya detonó la suspensión temporal de las exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos, principal socio comercial en el sector cárnico.

"Desde que se detectó el primer caso, hemos hecho todo lo materialmente posible para eliminar la plaga", aseguró el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, el pasado 13 de mayo.

El primer brote se identificó el 23 de noviembre en Chiapas, y desde entonces, el número de casos no ha parado de crecer. Chiapas y Tabasco encabezan la lista de estados afectados, seguidos por Campeche, Quintana Roo y Yucatán. El 87% de los casos corresponde a vacas o reses, pero también se han documentado infecciones en caballos, cerdos, perros, borregos, cabras e incluso un ave, demostrando el alto nivel de propagación del parásito.

Más alarmante aún es que México registra actualmente 48,413 animales susceptibles a ser infestados, según el tablero de monitoreo de Senasica, lo que podría detonar una catástrofe zoosanitaria si no se detiene el avance de la plaga.

El impacto no es solo sanitario. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos pausó por 15 días las exportaciones de ganado mexicano desde el 11 de mayo, como medida preventiva. Sin embargo, ya el 26 de abril la secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, había advertido al gobierno mexicano sobre la interferencia de restricciones aduaneras y logísticas a las aeronaves y equipos de erradicación operados por EE.UU., exigiendo su liberación inmediata.

Este episodio revive un conflicto histórico: entre 1960 y 1991, México y Estados Unidos erradicaron el gusano barrenador tras invertir 955 millones de dólares (ajustados a precios de 2020). Hoy, ese esfuerzo está en riesgo.

Ante el avance imparable de la plaga, el gobierno federal activó un Plan de Emergencia, encabezado por la Dirección General de Salud Animal. La estrategia incluye vigilancia epidemiológica, activación del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (DINESA) y, sobre todo, una ofensiva aérea basada en la dispersión de moscas estériles, cuya reproducción impide el desarrollo del gusano barrenador.

Solo este año, Senasica ha invertido 167.4 millones de pesos en contratos con la empresa Servicios Mubarqui para la compra de mupas de mosca estéril y su dispersión aérea. Esta técnica, utilizada con éxito en décadas pasadas, vuelve a ser clave para frenar la plaga.

Especialistas advierten que si el gusano barrenador no se contiene ahora, las consecuencias podrían ser devastadoras: infecciones secundarias, disminución en la producción de carne y leche, pérdida de pieles y hasta la muerte del ganado.

Mientras tanto, productores ganaderos del norte del país ya sufren los efectos colaterales, como en Chihuahua, donde 200 mil reses permanecen varadas por el cierre fronterizo, generando pérdidas estimadas en casi 200 millones de pesos en menos de una semana.

La batalla por erradicar al gusano barrenador ha comenzado de nuevo. México se juega no solo la sanidad de su hato ganadero, sino también su prestigio internacional y la estabilidad de una de las industrias agroalimentarias más importantes del país. La historia ya enseñó lo que cuesta ignorar esta amenaza. Ahora, el país tiene una segunda oportunidad para vencerla.

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