Querétaro busca regularizar viñedos turísticos sin modificar la ley de alcohol: Gobierno reconoce rezago jurídico por terrenos ejidales
Querétaro, a 14 de mayo del 2025.- La pujante industria del vino en Querétaro, que ha convertido a los viñedos en uno de los principales motores turísticos y económicos del estado, enfrenta una barrera jurídica que limita su crecimiento formal: muchos de estos espacios operan sobre terrenos ejidales, lo que les impide obtener permisos legales para vender bebidas alcohólicas.
Así lo reconoció el secretario de Gobierno estatal, Carlos Alcaraz Gutiérrez, quien aseguró que la administración trabaja en mecanismos para facilitar su regularización sin modificar la normativa vigente sobre alcohol.
“Por el régimen ejidal, no son ellos los titulares del espacio, sino parte del ejido. Y uno de los requisitos para obtener la licencia es que seas titular o tengas un contrato de arrendamiento”, explicó Alcaraz.
En los últimos años, los viñedos queretanos no solo han consolidado su producción vitivinícola, sino que se han posicionado como destinos turísticos de primer nivel, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales con experiencias enoturísticas, eventos y gastronomía.
Sin embargo, esta bonanza económica y cultural choca con una estructura legal pensada para otro tipo de operaciones. Al estar establecidos sobre suelo ejidal, muchos de estos viñedos no pueden cumplir con el requisito de tenencia de la tierra que exige la ley para otorgar licencias de venta de alcohol.
“La intención no es flexibilizar los criterios de forma irresponsable, sino reconocer que los viñedos son una ventana turística del estado y un generador de empleo formal”, subrayó el funcionario.
El secretario destacó el trabajo conjunto con la Asociación Vitivinícola de Querétaro y con la titular de Turismo, Adriana Vega, para consolidar al sector vitivinícola como una industria ordenada y legalmente sólida.
Este esfuerzo se enmarca en un contexto donde el gobierno ha comenzado a endurecer los controles sobre los permisos para venta de alcohol, particularmente en establecimientos que intentan operar como restaurantes sin contar con los servicios básicos.
“Hay quienes dicen que son restaurantes para vender alcohol, pero cuando haces la supervisión física, no tienen cocina, ni carta, ni ningún elemento que lo sustente”, puntualizó Alcaraz.
El gobierno estatal busca trazar un camino jurídico viable que permita a los viñedos cumplir con los requisitos legales sin poner en riesgo su operación ni vulnerar la ley. Esto podría implicar nuevos modelos de contrato, mecanismos de arrendamiento o figuras asociativas con los ejidos que les den certeza jurídica.
Mientras tanto, los viñedos de Querétaro siguen siendo un imán para el turismo, una fuente creciente de empleos y una promesa para el desarrollo rural, que ahora depende de una decisión política clave: cómo transformar un régimen agrario del siglo XX en una industria del siglo XXI, sin romper la ley pero sin frenar el desarrollo.




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