Luis Ángel Hernández, el montañista misanteco que lleva esperanza hasta los pasillos del hospital CAE de Xalapa. (+ Video)
Misantla, Ver., a 25 de mayo del 2025.- Hay gestos que no salen en los titulares, pero se quedan en el corazón de quienes los reciben. Desde el extranjero, el montañista misanteco Luis Ángel Hernández Hernández, conocido por haber conquistado el Pico de Orizaba, demostró que la verdadera cumbre se alcanza cuando se tiende la mano a quien más lo necesita.
En días recientes, envió alimentos al Centro de Alta Especialidad (CAE) “Dr. Rafael Lucio” de Xalapa, destinados a familiares de pacientes internados que, sin importar la hora ni el cansancio, permanecen fuera de los cuartos de hospital esperando por un parte médico… y, muchas veces, sin poder pagar una comida caliente.
“Esto nace del corazón. Quería que esas personas supieran que no están solas, que alguien, aunque esté lejos, piensa en ellas. Lo mínimo que podemos dar a quien vive una angustia así, es un poco de alivio y humanidad”, compartió Luis Ángel.
Una comida, un respiro… un abrazo a la distancia
No se trató de una campaña ni de un acto publicitario. Fue un gesto sencillo, pero lleno de amor: comida entregada con humildad para quienes atraviesan días de incertidumbre y preocupación. Aquellos que cuidan a sus familiares enfermos, muchas veces con recursos limitados, recibieron algo más que un alimento: recibieron un mensaje de aliento.
“Si quieres ayudar, hazlo. No necesitas tener mucho para compartir. Ayudar no debería ser una excepción, sino una costumbre”, dijo el joven montañista, quien también señaló que continuará brindando apoyo a hospitales y personas vulnerables desde donde esté.
Misantla presente, donde más se necesita
Aun lejos de su tierra, Luis Ángel demuestra que ser misanteco no se lleva solo en el acta de nacimiento, sino en la forma de mirar al otro con compasión. Su gesto ha conmovido a quienes fueron beneficiados y ha motivado a más personas a sumarse.
“Lo que hicimos hoy es apenas el inicio. Si alguien necesita más ayuda, y está en nuestras manos, vamos a seguir apoyando. No es un favor, es un deber humano”, afirmó con voz firme.
Un llamado a la empatía colectiva
La historia de Luis Ángel es más que la de un joven que alcanzó la cima de una montaña: es la de un ciudadano que sigue el camino más difícil, pero también el más valiente: el de la solidaridad sin esperar nada a cambio.
“Cuando no sepas qué hacer con tanto dolor ajeno… empieza por dar lo que tengas: una comida, una palabra, tu tiempo. A veces eso basta para sostener a alguien en sus peores días.”
No hay comentarios