Crisis de gasolina se extiende en Puebla, Tlaxcala y Veracruz: transportistas y ciudadanos en alerta por desabasto.
Aunque en un inicio se pensó que el problema obedecía a una escasez en la producción, fuentes del sector energético aseguran que el origen está en una fallida logística de distribución por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta situación ha derivado en un déficit del 65% en el suministro programado a gasolineras, lo que está impactando directamente a miles de usuarios.
Desde el 2 de mayo, la terminal de Pemex conocida como El Sardinero, ubicada en el puerto de Veracruz, comenzó a reportar deficiencias en el abasto, afectando a más de 40 estaciones en Perote, Puebla y principalmente en la ciudad de Veracruz, las cuales han tenido que detener operaciones por la falta de producto. En redes sociales, usuarios comenzaron a alertar sobre la situación desde el 7 de mayo, generando incertidumbre en sectores clave como el transporte público y de mercancías.
Uno de los factores críticos es la versión, aún no confirmada oficialmente, de que un barco cargado de combustible se encuentra varado en zona de aduanas, sin poder descargar su contenido. Esta parálisis ha desatado un efecto dominó en el sistema de abasto, obligando a algunas estaciones a recurrir a terminales alternas en Poza Rica, Azcapotzalco, Tula y Villahermosa, con resultados insuficientes ante la creciente demanda.
En el caso particular de Puebla, la organización Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala A.C. denunció que en las últimas semanas solo han recibido el 35% del combustible pactado, provocando el cierre de al menos tres estaciones, cifra que podría incrementarse drásticamente si no se soluciona el problema.
La situación se agrava con la suspensión del servicio por parte de las empresas transportistas encargadas de movilizar el combustible desde la colonia Maravillas, derivado de un presunto adeudo de Pemex, según reveló el periodista Erick Becerra en su columna más reciente. De acuerdo con esta versión, los operadores han dejado de prestar el servicio hasta que se les liquide el pago pendiente, dejando varadas más de 50 pipas en la terminal de Pemex y forzando a otras 20 a realizar viajes dobles diarios, esfuerzo insuficiente para cubrir la necesidad regional.
La Asociación de Gasolineros ya envió una carta urgente a la Secretaría de Energía del gobierno federal, solicitando intervención inmediata antes de que el desabasto derive en un colapso total de la movilidad y la distribución de bienes básicos en estas entidades.
Con el inicio de semana escolar y laboral, la escasez de combustible comienza a impactar directamente a la población, especialmente a quienes dependen del transporte para llevar a sus hijos a la escuela o acudir a sus trabajos. La incertidumbre crece y la exigencia ciudadana es clara: Pemex y el gobierno federal deben ofrecer una solución inmediata y transparente ante un problema que ya afecta a miles de mexicanos.
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