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El reto de Sheinbaum ante los aranceles de Trump: diplomacia y estrategia

México,
a 31 de enero del 2025.- Este 31 de enero de 2025, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dejó claro que su gobierno está preparado para enfrentar la decisión del Gobierno de Estados Unidos sobre la imposición de aranceles. En una coyuntura política y económica que rememora los enfrentamientos comerciales del pasado, el anuncio de la administración de Donald Trump de imponer un 25% de aranceles a productos de México y Canadá representa un desafío de gran magnitud.

El argumento del gobierno estadounidense radica en la supuesta falta de medidas para frenar el ingreso irregular de migrantes y el tráfico de drogas. Sin embargo, detrás de esta acción se percibe una estrategia política con tintes electorales, pues el discurso de Trump busca consolidar su base de apoyo antes de los comicios.

Sheinbaum, en su conferencia matutina, afirmó contar con planes alternativos para responder a cualquier escenario, destacando que se han realizado análisis exhaustivos sobre las implicaciones de estas medidas. Su discurso dejó ver dos elementos clave: por un lado, la disposición a la negociación con el gobierno estadounidense y, por otro, la firmeza en defender la estabilidad económica del país.

La presidenta insistió en que México mantiene una mesa de diálogo permanente con Estados Unidos para evitar la imposición de los aranceles. En esta relación bilateral, Sheinbaum recalcó la importancia de cuatro principios fundamentales: responsabilidad compartida, confianza mutua, colaboración y respeto a la soberanía. La cooperación en seguridad y migración ha sido un eje clave, donde México ha implementado estrategias de repatriación y gestión migratoria con enfoque en derechos humanos.

No obstante, el dilema que enfrenta la mandataria mexicana no es menor. La amenaza de aranceles no solo afectaría las exportaciones nacionales, sino que también pondría en entredicho el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Si llegara a ocurrir este escenario, evidentemente pone de lado el T-MEC, que es parte de los escenarios que hemos estado viendo”, señaló Sheinbaum, consciente del impacto que esto podría tener en la competitividad de la región.

Uno de los riesgos de los aranceles es el llamado "efecto lavadora", una distorsión en el comercio que podría llevar a empresas estadounidenses a encarecer productos y afectar el bolsillo de sus propios ciudadanos. Empresas de sectores clave, como el automotriz y el tecnológico, podrían verse atrapadas en una guerra comercial que termine impactando la economía de ambas naciones. Como bien puntualizó Sheinbaum, muchas de las exportaciones de México a EE.UU. provienen de empresas de capital estadounidense, lo que hace que un arancel no sea una medida unidireccional, sino un golpe compartido.
El gobierno de Sheinbaum enfrenta un reto que pondrá a prueba su capacidad de negociación y su estrategia económica. A diferencia de enfrentamientos comerciales previos, este se desarrolla en un contexto donde México se ha consolidado como un socio estratégico en la manufactura global, con sectores clave como el de semiconductores y microprocesadores.

Si bien Sheinbaum mantiene la postura de que el T-MEC fortalece a la región como potencia económica, la pregunta sigue en el aire: ¿logrará México evitar esta medida proteccionista o se avecina una nueva batalla comercial?

Lo cierto es que, ante un escenario incierto, la diplomacia y la estrategia económica de Sheinbaum podrán marcar la diferencia entre una crisis y una oportunidad para reafirmar la soberanía comercial de México.

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