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El Hijo del Ahuizote: el periódico que retó a Porfirio Díaz y que el dictador censuró

Por Mario Grimaldo / El Sol de México
México, a 7 de octubre del 2024.- El Porfiriato fue una época de contrastes muy marcados, pues si bien hubo un progreso industrial, comercial, de comunicación e infraestructural, la pobreza llegó a niveles extremos y la clase alta concentró mucho poder y riqueza. Ante ello, periódicos como El Hijo del Ahuizote, remarcaron las injusticias sociales y políticas del gobierno de Porfirio Díaz, convirtiéndose en un semanario icónico que es recordado hasta nuestros días.

De acuerdo con la historiadora de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Dra. Julieta Ortiz, la desigualdad social durante el largo y poco democrático gobierno de Porfirio Diaz, fue evidente. Tan sólo en 1895 se contaban un total de 12.6 millones de habitantes en México, de los cuales solo el 2 por ciento representaba a la clase privilegiada con respecto al nivel económico y político.

Por otro lado, la población trabajadora y más empobrecida, a quienes mantenían en deuda sistemáticamente en las tiendas de raya, incluso hasta la muerte, constituían el 90 por ciento de la población total. Mientras que el 8 por ciento restante lo conformaron burócratas y profesionales.

El Hijo del Ahuizote, el periódico anti reeleccionista

El Hijo del Ahuizote, semanario opositor al régimen de Porfirio Díaz, fue fundado en 1885 por Daniel Cabrera y retomado por los hermanos Flores Magón. La popularidad que fue forjando dicho periódico se debió en gran medida a su contenido de caricaturas políticas.

Hay que considerar que durante el porfiriato tan sólo el 19.74 por ciento de la población de México sabía leer, es decir, 9 millones 141 mil 650 personas mayores de 6 años eran analfabetas, de una población total de 15 millones 103 mil 543. Por ello, las caricaturas anti régimen se popularizaron en el país, debido a lo explícito y sencillo que fue para la población consumir el contenido del semanario.

De acuerdo con Guadalupe Escamilla Gil, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica en su texto "El Hijo del Ahuizote: semanario feroz, padre de más de cuatro", que la fuerza de la caricatura radica en su sencillez y su carácter burlesco. La investigadora señala que en la época porfirista la caricatura jugó un importante papel de oposición al gobierno, pues aumentó la fuerza creciente de los ideólogos de la Revolución.

En dicho texto académico se explica que las caricaturas de El Hijo del Ahuizote satirizaron las constantes violaciones a la Constitución Mexicana, como reelección indefinida, además retrataron la miseria del pueblo y la religión. No obstante, no sólo su contenido gráfico causó malestar sino también el editorial.

Cabe mencionar que las altas esferas políticas y económicas del porfiriato veían con malos ojos la caricatura, por ello el semanario opositor rescató la caricatura, ante el repudio del régimen de Díaz que alababa la cultura extranjera y menospreciaba la nacional, por lo que se trató de un acto de divulgación y rebeldía.

Hermanos Flores Magón detenidos por publicación en El Hijo del Ahuizote

En julio de 1902, el periódico fue arrendado por el idealista y antiporfirista, Ricardo Flores Magón, quien en el mismo año fue encarcelado junto a su hermano Enrique por una publicación polémica sobre el Ejército Mexicano.

El 17 de agosto de 1902, El Hijo del Ahuizote publicó "La Segunda Reserva", la cual expuso que Bernardo Reyes, jefe militar que se perfilaba a relevar a Díaz, iba a dar un golpe de Estado tras la conformación de la Segunda Reserva del Ejército Mexicano. Dicho proyecto se había creado para conformar una milicia de voluntarios civiles que recibían adiestramiento militar ante el escenario de una posible invasión extranjera.

No obstante, Enrique Flores Magón se habría infiltrado entre las filas de la Segunda Reserva, donde habría escuchado que se iba a perpetrar un golpe de Estado liderado por Reyes y su milicia.

"Si no somos partidarios del militarismo, menos […] de la necia institución llamada 2ª Reserva […] creada para alcanzar fines personalistas […] Su autor, el ministro Reyes, […] no creó la 2ª Reserva para la defensa de la patria y de las instituciones, sino con el objeto de tener partidarios sumisos, incondicionales, susceptibles de dar su voto, de vender su conciencia en los comicios a cambio de un despacho de subteniente, de sargento o de cabo, o por […] calarse el antipático uniforme de los reservistas", publicó El Hijo del Ahuizote.

Tras semanas de la publicación, el 12 de septiembre, el ejército confiscó la imprenta y aprehendió a los hermanos Flores Magón junto a otros colaboradores de El Hijo del Ahuizote. Fueron trasladados a la prisión militar de Santiago Tlatelolco mientras gritaban consignas como: "Muera Porfirio Díaz, muera Bernardo Reyes, muera la tiranía, muera el ejército", acto que les costaría más tiempo en prisión.

Su detención se dio por una denuncia que presentó el procurador de justicia militar ante el Tercer Juzgado de Instrucción Militar. La acusación fue de insultar al ejército a través de El Hijo del Ahuizote, delitos de imprenta y de ultrajes a la Segunda Reserva.

Los imputados, que debieron salir en octubre del mismo año, salieron hasta enero de 1903 debido a las consignas que gritaron los hermanos Flores Magón en su traslado a prisión.

Cabe mencionar que dicha publicación no pasó desapercibida por Porfirio Díaz, pues terminó destituyendo a Bernardo Reyes de su puesto como Ministro de Guerra para volver a su cargo como gobernador de Nuevo León.

De esta manera, en 1903 los tribunales prohibieron la circulación de cualquier diario en donde participara Ricardo Flores Magón y no sólo eso, pues en 1904 se prohibiría la publicación de periódicos contrarios al régimen porfirista.

El final de El Hijo del Ahuizote

Tras los problemas legales y la persecución porfirista, El Hijo del Ahuizote desaparece en 1905, no obstante, vuelve a aparecer el 23 de mayo de 1913, con lema, administración y línea editorial distinta a las anteriores. Reaparición que duró menos de un año pues el 28 de marzo de 1914, el semanario desapareció definitivamente.

Sin duda, El Hijo del Ahuizote rindió honor a su predecesor El Ahuizote, creado en 1874. Periódico que inició el rescate de la caricatura como divulgación política y social. Cabe mencionar que dicha palabra "ahuizote", que es de origen náhuatl, se traduce al español como "algo dañino o molesto". Tras sus publicaciones anti régimen, se empezó a usar el término “ahuizotada” refiriéndose a una acción molesta.

En uno de los tantos lemas que tuvo El Hijo del Ahuizote, uno de los más reconocidos fue “Semanario político, de oposición feroz e intransigente con todo lo malo”.

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