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Estrategia de Seguridad Pública en México: La Participación Militar en Tareas Civiles Continúa

Sonora,
a 7 de junio del 2024.- La estrategia de Seguridad Pública en México seguirá involucrando la participación de elementos de las Fuerzas Armadas en tareas civiles, con el estado de Sonora como una pieza clave en este modelo, según indicó Francisco Piña Osuna, profesor investigador del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora. A pesar de ser un enfoque ampliamente cuestionado, Piña Osuna subraya que actualmente no existen alternativas viables, dado el desamparo de municipios y estados en términos de seguridad y recursos.

"No hay otra opción. Ni la Federación, ni los estados, ni mucho menos los municipios que están muy desamparados en materia de Seguridad Pública, presupuestaria y operativamente; no tenemos otra opción, la opción es esa, y veremos en los próximos seis años", declaró en una entrevista reciente.

El marco normativo actual no prevé cambios significativos en el corto y mediano plazo. La Guardia Nacional, que se espera pase a manos de la fuerza civil a más tardar en 2027, sigue siendo un componente militar en su mayoría. La reciente toma de protesta del General de Brigada de Estado Mayor, Vicente Javier Mandujano Acevedo, como comandante de la Cuarta Zona Militar, resalta la continuidad de esta estrategia. Mandujano Acevedo asumió el cargo el pasado 1 de junio, y su liderazgo será crucial para la implementación de estas políticas de seguridad.

Francisco Piña Osuna explicó que el control de la violencia y la delincuencia organizada es prácticamente imposible sin la presencia del Ejército. Los recursos de equipamiento y personal se concentran en áreas con mayores índices de delincuencia. Sin embargo, un problema significativo surge cuando los elementos militares se emplean en tareas de Seguridad Pública, para las cuales no tienen personalidad jurídica ni la formación adecuada.

“La Guardia Nacional fue formada y tiene en su impronta la seguridad del territorio, no la seguridad de las personas. Eso es trabajo de las corporaciones de Seguridad Pública, las policías. Pero la milicia está formada para la Seguridad Nacional; les toca proteger el territorio nacional y enfrentar amenazas a la soberanía de ese territorio. Esta disparidad o falta de entendimiento del concepto es lo que nos lleva a problemas”, explicó Piña Osuna.

El investigador subrayó que la estrategia de uso de personal militar en labores civiles debe incluir la formación de cuerpos militares específicamente para tareas de Seguridad Pública. La falta de claridad en la misión y la formación de los militares para estas tareas puede llevar a situaciones donde los derechos civiles se vean afectados.

“Tienen presupuesto, tienen personal, tienen estado de fuerza, pero la formación... Vamos a ver cómo este gobierno puede aportar hacia mejorar o sensibilizar a los cuerpos de las Fuerzas Armadas en tareas de Seguridad Pública. No es lo mismo proteger la soberanía del territorio nacional que proteger los derechos y la seguridad, prevenir la violencia, entre la población civil”, concluyó.

La continuidad de esta estrategia plantea desafíos significativos en términos de derechos civiles y la adecuada formación de los elementos militares. El diálogo entre el gobierno y las instituciones de seguridad será esencial para abordar estas preocupaciones y mejorar la eficacia de las políticas de Seguridad Pública en México.

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