Importancia de la Recolecta de Azahares en el Primer Viernes de Marzo: Tradición Medicinal Arraigada en Misantla

Por Arquímedes González.

Misantla, Ver., a 28 de febrero del 2024.- En la ciudad de Misantla, la llegada del primer viernes de marzo no solo marca el inicio de un nuevo mes, sino también una tradición arraigada en la comunidad: la recolecta de azahares, una práctica ancestral que tiene profundas raíces en el uso medicinal de las plantas.

Luis Enrique Sánchez Borjas, reconocido chamán y médico tradicional de la región, nos habla sobre la importancia de esta ceremonia y su significado para muchas familias misantecas. Según Sánchez Borjas, la recolecta de azahares es mucho más que una simple actividad de cosecha; representa un compendio de plantas medicinales que se utilizan para diversos tratamientos y remedios caseros.

"Es un curalotodo, un compendio de plantas medicinales", explica Sánchez Borjas. "No solo se trata de recolectar los azahares de los cítricos, sino también de incluir otras hierbas como maltanche, judas y romero, que se utilizan para aliviar dolores musculares, malestares internos y proteger contra los malos vientos".

La tradición dicta que la recolección de azahares debe realizarse temprano, al amanecer del primer viernes de marzo. Se seleccionan cuidadosamente las plantas, se eliminan impurezas y se sumergen en aguardiente. Además de los azahares, se agregan otras hierbas medicinales como ajo, ruda, romero, hierba maestra y hierba del burro, entre otras.

"Este día es una festividad de las plantas", destaca Sánchez Borjas. "Se utilizan hasta las águilas para colgarlas con chiles y pistones rojos en las puertas como protección contra los malos espíritus".

La actividad de recolección de azahares no solo preserva una tradición centenaria, sino que también apoya a los productores locales y comerciantes de la región. Actualmente, existen personas dedicadas a la recolección y venta de azahares, lo que contribuye a mantener viva esta práctica ancestral y a fortalecer los lazos comunitarios en Misantla.

La comunidad misanteca, inspirada por figuras como Luis Enrique Sánchez Borjas, continúa honrando sus raíces y promoviendo el uso responsable de la medicina tradicional, preservando así un legado cultural invaluable para las generaciones futuras.