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‘Talacheros’ padecen severa crisis por Covid-19


Misantla, Ver., a 14 de junio del 2020.- Las vulcanizadoras de la ciudad están sufriendo una crisis muy severa por la falta de la mala economía generada por la cuarentena sanitaria que se mantiene desde hace más de tres meses, lo que para algunos solo medio la libran solo para pagar su renta y luz. 

En esta ciudad de Misantla existen poco más de 15 negocios de reparación de llantas, las cuales en los últimos tres meses han venido disminuyendo sus servicios y por ende sus ingresos, lo que les preocupa pues algunos de estos importantes talleres, sus propietarios van al día, y solo deben de emplearse ellos mismos debido a que no pueden dar empleos a ayudantes. 

“Sí hemos resentido al menos 3 meses, no hay trabajo, medio venimos sacando para la comida, ya se acerca el pago de luz y renta, y es donde le pensamos, pero si no trabajamos la familia no puede comer, antes de que se viniera la cuarentena nos hacíamos unas 20 talachas al día, y hoy muchas son 3 al día, no hay nada y las que eran nuestro fuerte aquí eran las pasajeras, pero ahora ya no he escuchado que algunas ya las pararon, porque también dicen no les da, mas que no pueden cargar mucho y les redujeron el pasaje”, explicaba Eleazar Morales propietario de una vulcanizadora en calle Xalapa, salida al municipio de Tenochtitlan. 

Sentado en un viejo asiento, nos explicaba que algunas personas que se dedican a este oficio, sus entradas han bajado de entre un 30% a 50%, lo que les hace mas cruda su realidad, lo único que si esta al día, es el aire o calibración de llantas, donde algunas automovilistas le dejan para el ‘chesco’ como dice, pero no es un ingreso estable, pero confía que en lo breve se regularice su labor. 

“Yo aquí llego a las 7:30 de la mañana, y me voy hasta las 8 de la noche, como le digo debo de venir a trabajar porque si no me cortan la luz que ocupo para la compresora, y juntar para el pago de la renta, luego que se vino la cuarentena, más o menos se mantenían con la gente local, pero desde que entró más duro la cuarentena, esto se fue para abajo”. 

En tono resignado platica que en estas semanas ha estado estirando lo poco que puede ingresar para que le rinda el dinero, y solamente percibe propinas, lo mas lamentable que el caso de Eleazar, como algunos de sus compañeros no cuentan con un subsidio, nadie voltea a verlos para darles una pequeña despensa y llevárselas a sus familias, lo que si tiene es la fe en que esto pronto se termine, “pues que tengamos chamba, que esto ya se acabe, y aquí los esperamos para arreglar sus ponchaduras, lo que queremos es trabajar y que no nos vallan a decir que debamos de cerrar, pero confiamos que pronto salgamos de esta”, dijo.


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