La tradición de quemar el año viejo no acaba

Misantla, Ver., a 30 de diciembre del 2018.- Por más de 10 años Manuel Arriaga García, conocido litigante de esta ciudad se ha dedicado a elaborar los tradicionales viejitos de año viejo, y este años no es la excepción, a pesar de sus achaques como indica, lo importante es que esta tradición de un mensaje principalmente. 

Arriaga García, manifiesta que esta tradición es algo que inicio en su familia, desde que inicio a elaborar el viejito de fin de año, esto para él ya se convirtió en una tradición donde busca la camisa de preferencia manga larga, el pantalón, los zapatos, el relleno, sombrero si es que lleva tocado y los cohetes que ocupa de los cuales, son solo pequeños que hagan escándalo y que no represente peligro alguno. 

“Le digo a mi familia yo voy hacer mi muñeco como cada año, lo elaboró con mucho gusto, siempre con la picardía de alguna cosa, ya esa tradición la tengo desde hace muchos años, lo quemamos en casa de mi hija donde cenamos por la noche. Con la debida atención que no vaya a ver un accidente”. 

Este año está pensando en emitir un mensaje como cada año, pues su propósito es que la población en general piense y apoye el gobierno municipal, pues apunto que cada leyenda que se coloca en el pecho del muñeco es de reflexión. 

“Siempre le pongo una situación que este prevaleciendo, como ahorita tengo ahí, programado ponerle el anuncio al muñeco que diga ‘Una ciudad limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia’; lo digo por el presidente que tiene como 100 barrenderos, si es bonito que haga eso, pero tenemos que educarnos primero nosotros al no estar tirando tanta basura, si no a la hora que nos corresponde , entonces es un anunció que hay que poner y otro grosero, el otro que tengo dice, ‘para pedir te haces chistoso, pero para pagar te haces…’, peor esa es la idea de hacer esto cada año mientras Dios nos de vida y lo seguiremos haciendo”. 

Su viejito siempre lo coloca en la esquina de coronado con Morelos, indico que en un año anterior, lo dejo en una silla, salido a un mandado y cuando regreso, dijo a manera de chascarrillo que camino, pues se lo habían robado.