Toman el Palacio Municipal de Juchique de Ferrer por adeudos salariales
Juchique de Ferrer, Ver., a 29 de diciembre de 2025.- Empleados sindicalizados del Ayuntamiento de Juchique de Ferrer tomaron el Palacio Municipal en protesta por el incumplimiento en el pago de aguinaldo y la segunda quincena salarial. A la inconformidad se suman policÃas y otros trabajadores, quienes acusan adeudos de hasta un mes de salario, mientras la población observa con preocupación que el conflicto pueda heredarse a la próxima administración.
Desde tempranas horas, trabajadores sindicalizados decidieron tomar las instalaciones del Palacio Municipal de Juchique de Ferrer como medida de presión ante lo que califican como reiterados incumplimientos por parte del alcalde. Los empleados señalaron que, en fechas anteriores, la autoridad municipal les dio su palabra de que los pagos pendientes serÃan cubiertos, compromiso que hasta ahora no se ha materializado.
La toma del inmueble paralizó parcialmente las actividades administrativas, convirtiendo el edificio en un espacio de reclamo y visibilización de una crisis laboral que, aseguran los inconformes, se ha venido acumulando sin respuestas claras.
Adeudos que se acumulan
Los manifestantes reclaman especÃficamente el pago del aguinaldo y la segunda quincena salarial, prestaciones que consideran un derecho irrenunciable, especialmente al cierre del año. Sin embargo, el conflicto va más allá: trabajadores sindicalizados y elementos de la PolicÃa Municipal denunciaron que también se les adeuda hasta un mes completo de salario, además del aguinaldo correspondiente.
Esta situación ha generado un ambiente de tensión interna, pues muchos empleados dependen de estos ingresos para cubrir gastos básicos y compromisos familiares, lo que ha profundizado el malestar hacia la administración municipal.
Incertidumbre rumbo al cambio de administración
Mientras el conflicto laboral se desarrolla, la población de Juchique de Ferrer se mantiene a la expectativa. Habitantes del municipio expresan su preocupación de que este tipo de problemas, sumados a otros pendientes financieros, puedan ser heredados a la próxima administración municipal.
De manera extraoficial, se ha mencionado la posibilidad de que el Ayuntamiento enfrente laudos laborales de consideración, lo que podrÃa comprometer aún más las finanzas públicas y limitar la capacidad de maniobra del siguiente gobierno local.
La toma del Palacio Municipal refleja no solo una exigencia económica, sino también una llamada de atención sobre la necesidad de responsabilidad administrativa y transparencia, en un municipio que enfrenta el reto de cerrar un ciclo de gobierno sin dejar pendientes que comprometan su estabilidad institucional.




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