“The Base”: Anatomía de una red neonazi global que busca el colapso del sistema
La reciente detención de tres integrantes en Castellón vuelve a colocar el foco en su expansión y peligrosidad
España, a 4 de diciembre de 2025.-“The Base”, grupo paramilitar neonazi fundado en 2018 por Rinaldo Nazzaro, opera mediante células pequeñas y clandestinas dedicadas al entrenamiento militar, la propaganda violenta y la captación de extremistas. Reconocido como organización terrorista por la Unión Europea y varias potencias internacionales, su objetivo es acelerar la caída de las instituciones para instaurar un Estado basado en la supremacía blanca. La desarticulación de una célula en Castellón reaviva la alerta sobre su presencia operativa en Europa.
Una organización neonazi concebida para la clandestinidad total
“The Base” surgió en 2018 en Estados Unidos bajo el liderazgo de Rinaldo Nazzaro, alias Norman Spear y Roman Wolf, un ciudadano estadounidense actualmente radicado en Rusia, según informes de la policía estadounidense y Europol. Su primera actividad estructurada se detectó en campamentos paramilitares en el estado de Washington, donde individuos con experiencia militar entrenaban tácticas de supervivencia, armamento y combate.
El proyecto pronto se trasladó al ecosistema digital, desde donde Nazzaro expandió su red reclutando extremistas, muchos de ellos veteranos de guerra o jóvenes radicalizados en foros de extrema derecha.
Aceleracionismo: la ideología detrás del caos planificado
La doctrina de “The Base” se articula alrededor del aceleracionismo, una estrategia que busca provocar el colapso del Estado mediante actos terroristas, atentados selectivos y vandalismo contra minorías. Su propósito final: detonar un conflicto racial que derive en un supuesto “Estado blanco”.
Esta visión extremista incluye:
Rechazo total del sistema democrático.
Preparación militar para escenarios de guerra civil.
Propaganda para la captación de jóvenes radicalizados.
Acciones violentas destinadas a fracturar la cohesión social.
Estructura celular: grupos pequeños, móviles y difíciles de rastrear
Una característica central de la organización es su funcionamiento a través de células de dos o tres miembros, que:
Operan con alto nivel de autonomía.
Mantienen contacto mínimo para evitar filtraciones.
Se entrenan con armas y explosivos.
Reclutan adeptos en redes encriptadas.
Este modelo ha dificultado su rastreo, pues ninguna célula conoce a la totalidad de la red, lo que incrementa su resiliencia operativa.
Historial de actividades violentas en América del Norte
Desde su surgimiento, “The Base” ha sido vinculada con múltiples hechos delictivos en Estados Unidos y Canadá. Entre ellos:
Vandalismo contra sinagogas en Wisconsin y Michigan (2019).
Planes de atentados frustrados entre 2019 y 2021.
Actividades de reclutamiento de individuos con entrenamiento militar.
Dos miembros condenados en 2021 a nueve años de prisión por delitos relacionados con terrorismo interno.
Estas acciones motivaron que países como Australia, Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda y, desde 2024, la Unión Europea, catalogaran al grupo como organización terrorista.
Expansión internacional y presencia en Europa
En Europa, la presencia de células de “The Base” ha sido documentada desde 2022. Entre los casos más relevantes:
La detención de un joven italiano en Apulia por reclutamiento y propaganda (2022).
La operación internacional coordinada por Europol y Eurojust en 2023, con arrestos en Bélgica, Croacia, Alemania, Lituania, Rumania e Italia.
La más reciente intervención ocurrió en Castellón, España, donde autoridades detuvieron a tres integrantes vinculados con actividades de adoctrinamiento y preparación paramilitar. El hallazgo confirmó que la red continúa activa y en expansión silenciosa dentro de la Unión Europea.
Un fenómeno que evoluciona con la era digital
La influencia de “The Base” se ha visto fortalecida por el uso estratégico de plataformas digitales, redes encriptadas y difusión de propaganda. En estos espacios, comparte manuales, instructivos y discursos para captar jóvenes que buscan identidad, pertenencia o respuestas a frustraciones personales —escenario fértil para la radicalización.
La amenaza global que exige cooperación internacional
La reciente desarticulación de una célula en España demuestra que “The Base” sigue expandiéndose, adaptándose y utilizando la clandestinidad como herramienta clave. Su carácter transnacional exige un esfuerzo coordinado entre gobiernos, agencias de inteligencia y plataformas digitales para limitar su capacidad de reclutamiento y neutralizar su estructura.
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