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Restitución de tierras en la Sierra Tarahumara: un decreto histórico salda una deuda con los pueblos originarios

Claudia Sheinbaum firma el reconocimiento de más de 3 mil hectáreas como propiedad comunal del pueblo Ódami Mala Noche.
Chihuahua, a 14 de diciembre de 2025.- La firma del decreto de restitución de 3 mil 7 hectáreas en la comunidad de Santa Tulita, en la Sierra Tarahumara, representa un punto de inflexión en la relación entre el Estado mexicano y los pueblos originarios. Encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el acto no solo devuelve tierras, sino que reconoce derechos colectivos, fortalece la autonomía comunitaria y sienta las bases de una política pública centrada en la dignidad, el bienestar y la justicia social.

Un acto que trasciende lo administrativo

En Santa Tulita, comunidad enclavada en una de las regiones más históricamente olvidadas del país, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó la firma del decreto que reconoce oficialmente 3 mil 7 hectáreas como propiedad comunal del pueblo Ódami Mala Noche. La acción fue recibida como un acto de justicia largamente esperado por generaciones.
“Se trata de entregarles lo que siempre ha sido de ustedes, pero no había sido reconocido”, expresó la mandataria, subrayando que el Estado tiene la obligación moral y legal de reparar las omisiones del pasado.

Derechos indígenas y transformación constitucional

La restitución de tierras se inscribe en el cumplimiento del artículo segundo constitucional, que reconoce los derechos territoriales, culturales y de autogobierno de los pueblos indígenas. Para Sheinbaum, este decreto representa un cambio profundo en la lógica de gobierno: pasar de la exclusión histórica al reconocimiento pleno de los pueblos originarios como sujetos de derecho.
“Hoy se reconoce al gobierno de los pueblos originarios… por eso es tan importante esta transformación”, afirmó, destacando que la tierra es el eje de la identidad, la cultura y la supervivencia comunitaria.

Plan de Justicia para la Tarahumara: recursos con autonomía

Como parte del Plan de Justicia para la Sierra Tarahumara, se anunció el fortalecimiento del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para Pueblos Indígenas y Afromexicanos, que alcanzará 13 mil 500 millones de pesos en 2026, con incrementos anuales. A diferencia de esquemas anteriores, ahora serán las propias comunidades quienes decidan el destino de los recursos.
Además, las familias beneficiadas con la restitución de tierras serán incorporadas al programa Sembrando Vida, impulsando proyectos forestales y agrícolas sustentables que fortalezcan la soberanía alimentaria y el arraigo territorial.

Carencias históricas y compromisos de atención

Durante el encuentro, los habitantes de Santa Tulita expusieron necesidades urgentes: falta de electricidad, caminos en malas condiciones, acceso limitado al agua, servicios de salud insuficientes, escasez de medicamentos, escuelas incompletas y problemas de seguridad.
Ante ello, la presidenta anunció coordinación con la Guardia Nacional y con el gobierno de Chihuahua para mejorar la seguridad y la conectividad vial, así como la implementación de un programa especial de salud comunitaria que garantice la permanencia de médicos en zonas de difícil acceso.

Infraestructura y salud comunitaria

Entre los compromisos concretos, se informó que el Hospital Rural de Guachochi será reconvertido en Hospital General de Subzona, y que se construirá una escuela de enfermería anexa para formar personal local. Asimismo, se desarrollan 15 caminos artesanales con una longitud total de 42.71 kilómetros, con una inversión de 158 millones de pesos, beneficiando directamente a comunidades indígenas de la región.

La voz de la comunidad y la defensa del territorio

Antonio Ayala Loera, representante del pueblo Ódami Mala Noche, resumió el sentir colectivo:
“Se nos cumple un anhelo largamente esperado… ser dueños de la tierra que por generaciones hemos habitado”.
El líder comunitario solicitó que el proceso de restitución continúe en otras comunidades y pidió mayor protección para los bosques, amenazados por la degradación ambiental y la explotación irregular.

Bienestar social y agenda integral

Con esta firma, ya suman 6 mil 26 hectáreas restituidas en la Sierra Tarahumara. En paralelo, el programa Sembrando Vida ha otorgado este año 719 apoyos a más de 20 mil productores, con una inversión de mil 310 millones de pesos. La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, informó que 161 mil habitantes de la región reciben algún programa social, con una inversión anual de 5 mil 600 millones de pesos.
Por la noche, la presidenta inauguró el segundo Centro Libre en Ciudad Juárez, reforzando la agenda de atención a mujeres y de erradicación de la violencia de género.

La restitución de tierras en la Sierra Tarahumara se consolida como un precedente político y jurídico de alcance nacional. Más que devolver hectáreas, el Estado devuelve dignidad, autonomía y futuro, redefiniendo su relación con los pueblos originarios y colocando a México en una nueva conversación global sobre justicia territorial y derechos indígenas.

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