La Iglesia Católica da inicio a las posadas en Misantla con un llamado a la paz y la conversión interior

El padre Joaquín Sánchez García subraya la urgencia de reconstruir la paz en un mundo marcado por la violencia y la confusión

Por Arquímedes González.

Misantla, Ver., a 16 de diciembre de 2025.- Con una procesión encabezada por niñas, niños y familias, la Iglesia Católica inició en Misantla las tradicionales posadas, una práctica que abre el camino espiritual hacia la Navidad. El sacerdote Joaquín Sánchez García destacó que estos nueve días invitan a la conversión, a la unidad y a la construcción de la paz desde lo personal, familiar y comunitario, en un contexto social que reclama reconciliación y esperanza.

El inicio de las posadas: fe, tradición y comunidad

Con un ambiente de recogimiento y participación comunitaria, la Iglesia Católica dio inicio a las posadas, una de las expresiones más arraigadas de la religiosidad popular. El padre Joaquín Sánchez García explicó que, aunque el clima no corresponde del todo al invierno, el sentido espiritual de estas fechas ya se hace presente en la vida de los fieles.

Desde este primer día, se realizó una procesión en la que participaron niñas, niños, personas adultas y familias completas, como un gesto simbólico de apertura a los nueve días de preparación espiritual rumbo a la Navidad. “Estamos listos para dar inicio a este camino, que no es solo una tradición, sino una experiencia de fe que nos invita a prepararnos interiormente”, expresó el sacerdote.

Un llamado a la conversión y al nacimiento espiritual

El mensaje central de la novena de posadas, explicó el padre Joaquín Sánchez, es la conversión personal y comunitaria. Las lecturas litúrgicas, dijo, invitan a la unidad, la armonía y a permitir que el Niño Jesús nazca espiritualmente en el corazón de cada persona.

Más allá de los actos externos, el sacerdote enfatizó que las posadas deben vivirse como un proceso interior: “Prepararnos por dentro, revisar nuestra vida, nuestras actitudes y dejar que Jesús nazca en nosotros de manera espiritual”. En ese sentido, subrayó que el simbolismo de estas fechas no es decorativo, sino profundamente transformador.

La paz como urgencia social

Uno de los ejes del mensaje fue la paz, entendida no solo como ausencia de conflicto, sino como un valor que debe construirse día a día. El padre Joaquín señaló que la sociedad vive un momento complejo, marcado por la inseguridad y la violencia, por lo que la Navidad representa una oportunidad para retomar el proyecto de Jesús: un proyecto de paz y reconciliación.

“La paz personal, la paz interior, la paz familiar y la paz en nuestras comunidades son fundamentales; habiendo paz habrá armonía”, afirmó. Añadió que esta construcción no depende únicamente de grandes decisiones, sino de pequeños gestos cotidianos de amabilidad, bondad y misericordia.

Un mundo confundido que necesita esperanza

Durante su reflexión, el sacerdote reconoció que el mundo atraviesa una etapa de confusión, donde muchos valores parecen desplazados por la violencia y la incertidumbre. Sin embargo, sostuvo que la respuesta no debe limitarse solo al ámbito religioso, sino a todas las personas que anhelan un entorno más justo y humano.

“Todos debemos unirnos para clamar a Dios, porque sin Él nada podemos hacer”, expresó, destacando la importancia de la oración como un medio para pedir fortaleza, luz y esperanza. En este contexto, llamó a mantener viva la fe como una luz capaz de abrir caminos en medio de la adversidad.

La defensa de la vida como principio fundamental

Al referirse al mensaje de la solemnidad de Santa María de Guadalupe, el padre Joaquín recordó que la Iglesia ha estado y estará siempre a favor de la vida. Subrayó que la vida es un don de Dios y que los seres humanos no son dueños de ella, sino administradores responsables de cuidarla y preservarla desde su inicio hasta su fin natural.

Este mensaje, señaló, cobra especial relevancia en tiempos donde la dignidad humana se ve amenazada, y refuerza el compromiso de la Iglesia con la defensa de la vida y los valores fundamentales.