“México se levanta”: Xalapa, Veracruz y más de 50 ciudades marchan por justicia tras el asesinato de Carlos Manzo
Xalapa, Ver., a 15 de noviembre de 2025.- Cientos de personas se manifestaron el 15 de noviembre en Xalapa y Veracruz como parte de la jornada nacional “México se levanta”, convocada tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez. Con consignas contra autoridades federales y estatales, los manifestantes denunciaron la inseguridad, la corrupción y lo que llamaron “ingobernabilidad”. Las protestas se replicaron en más de 50 puntos del país.
Inicio de una protesta nacional: Xalapa se suma al clamor de justicia
En punto de las 11:00 horas, la capital veracruzana se unió a la jornada nacional en memoria de Carlos Manzo. Bajo consignas como “Manzo no murió, el gobierno lo mató”, “¡Fuera Nahle!”, “¡Fuera Claudia!” y “Revocación”, los asistentes ocuparon el centro histórico para expresar su enojo y preocupación ante la violencia que se vive en el país.
La movilización —sin liderazgos partidistas visibles— se integró de manera heterogénea: familias, adultos mayores, comerciantes, profesionistas, estudiantes y activistas sociales.
A las 11:10 horas, los participantes avanzaron por calle Enríquez con una lona que mostraba el rostro del alcalde asesinado, mientras coreaban “¡Fuera, Morena!”, acusando fallas graves en la estrategia nacional de seguridad.
“No somos acarreados”: la narrativa ciudadana de independencia política
Una constante durante la marcha en Xalapa fue la aclaración de los asistentes: “No somos iguales, no somos acarreados, no usamos pasamontañas”.
El mensaje buscaba anticiparse a cualquier descalificación oficial o partidista, reforzando la idea de que la movilización surgió desde la indignación ciudadana, no de estructuras políticas.
Los participantes portaron carteles como:
“Exigimos seguridad. Si no pueden, renuncien”
“México está en ingobernabilidad”
“No soy bot, nadie me pagó”
La atmósfera, aunque tensa por la carga política, se mantuvo pacífica y articulada alrededor del reclamo principal: seguridad y justicia.
Veracruz puerto: jóvenes convocan, adultos mayores responden
En el puerto de Veracruz la convocatoria fue impulsada en redes sociales principalmente por jóvenes de la Generación Z. Sin embargo, el grueso de los asistentes fueron personas adultas y adultas mayores que se congregaron frente al faro Venustiano Carranza y caminaron hasta el Zócalo.
Consignas como “Fuera Morena”, “Fuera Rocío Nahle”, “Revocación de mandato” y “Amo mi país, pero me avergüenza mi gobierno corrupto” acompañaron el recorrido de al menos mil 500 personas, según estimaciones de los propios asistentes.
En el Zócalo veracruzano, varias voces tomaron el micrófono. Entre ellas:
Jared Cruz, joven de Martínez de la Torre, quien criticó el aumento de impuestos y la “simulación” gubernamental.
Lucy, ciudadana que denunció la falta de libertad de expresión y la inseguridad generalizada.
Miguel Ángel Ferrer, quien habló sobre la necesidad de un país seguro para las nuevas generaciones y de un sistema de salud digno.
El acto concluyó con el Himno Nacional mexicano, seguido del lanzamiento de sombreros al aire en memoria de Carlos Manzo, símbolo del llamado “Movimiento del Sombrero”.
Interpretación: un país cansado que busca nuevas formas de protesta
Más allá de las consignas, lo ocurrido en Xalapa, Veracruz y otras ciudades refleja un fenómeno social en crecimiento:
hartazgo acumulado, desconfianza institucional y una ciudadanía que opta por movilizarse sin estructuras partidistas formales.
El asesinato de Carlos Manzo, considerado por manifestantes como “la gota que derramó el vaso”, se convirtió en un catalizador emocional que unificó a sectores que antes se movilizaban por separado.
La protesta, además, legitimó un símbolo nuevo —el sombrero, asociado al alcalde michoacano— como elemento articulador de un movimiento que mezcla indignación, duelo, reclamo político y un llamado a la reorganización social.
El “Movimiento del Sombrero” se expande en zonas afectadas por la emergencia
Municipios severamente golpeados por las inundaciones del 10 de octubre, como Tuxpan y Poza Rica, también se sumaron a la movilización nacional.
Para muchos habitantes, salir a las calles no solo fue un acto de solidaridad con las protestas por el asesinato de Manzo, sino también una manera de expresar inconformidad ante lo que llamaron abandono gubernamental tras la emergencia.
Este gesto amplificó el carácter nacional del movimiento y confirmó una articulación que va más allá del origen geográfico del alcalde asesinado.




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