Noticias

En el Zócalo, Claudia Sheinbaum convoca a la memoria histórica y defiende la Transformación durante el 115 Aniversario de la Revolución Mexicana

La presidenta subraya que México no volverá “a caminar hacia atrás” y recuerda que los ideales de justicia, soberanía y democracia siguen vigentes.
México, a 20 de noviembre de 2025.- En la conmemoración del 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó el desfile cívico-militar en el Zócalo capitalino, donde ofreció un discurso profundamente histórico y político. Recordó los abusos del porfiriato, exaltó la lucha de Madero, Zapata y Villa, denunció la traición de la Decena Trágica y afirmó que México vive una nueva etapa de justicia y dignidad. Su mensaje enfatizó la importancia de la memoria colectiva para evitar retrocesos y defendió la vigencia de la Cuarta Transformación.

Un acto cívico con carga histórica

El Zócalo de la Ciudad de México volvió a convertirse en escenario de memoria histórica este 20 de noviembre, Día de la Revolución Mexicana.
Ante las Fuerzas Armadas, representantes de los tres poderes de la Unión, miembros del gabinete, invitados especiales y miles de asistentes, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo evocó el levantamiento armado de 1910 como una de las grandes gestas del pueblo mexicano en defensa de la libertad y la justicia social.

Desde el inicio de su mensaje, Sheinbaum llamó a recordar el espíritu rebelde del pueblo de México, un pueblo que —dijo— “nunca aceptó la injusticia como destino”. Bajo ese principio articuló un discurso que entrelazó el pasado revolucionario con el presente político del país.

El porfiriato: un régimen de simulación y despojo

La presidenta describió con detalle el contexto que llevó al estallido revolucionario:
un porfiriato construido sobre la represión, la desigualdad y la entrega de recursos nacionales a intereses extranjeros.

Sheinbaum recordó:

Elecciones controladas y simuladas

Persecución y encarcelamiento de opositores

Jornadas laborales extenuantes


Despojo sistemático de tierras indígenas

Represión cruel contra pueblos originarios, como la guerra de exterminio contra los yaquis

Huelgas históricas como Cananea y Río Blanco, sofocadas a sangre y fuego

“El progreso del porfiriato fue un brillo artificial”, afirmó. Ferrocarriles, avenidas modernizadas y élites satisfechas, mientras el país profundo vivía hambre, explotación y silencio obligado.

El llamado de Madero y El Plan de San Luis

El discurso dedicó un amplio tramo a la figura de Francisco I. Madero, a quien describió como un demócrata genuino, convencido de la legalidad y la participación ciudadana.
Sheinbaum recordó que, tras la represión porfirista, Madero optó por tomar la vía revolucionaria redactando el Plan de San Luis, documento que fijó la fecha del levantamiento armado: 20 de noviembre de 1910.

El Plan de San Luis —dijo— no fue solo una convocatoria militar, sino un “acto de fe en el pueblo de México”, un intento por recuperar la tierra para quienes la trabajaban y restituir el principio de sufragio efectivo, no reelección.

Zapata, Villa y amplios sectores del país se unieron entonces al llamado, llevando a la caída del régimen en apenas seis meses.

Traición Y Sangre: La Decena Trágica

La presidenta reavivó uno de los episodios más dolorosos de la Revolución: el golpe de Estado de 1913 que asesinó a Madero y a Pino Suárez.

Recordó que:

Victoriano Huerta y Félix Díaz encabezonaron la conspiración.

El embajador estadounidense Henry Lane Wilson intervino activamente y avaló la traición.

La Decena Trágica sumió al país en una violencia extrema.

Entre 1913 y 1917, la guerra, la miseria y las epidemias cobraron la vida de un millón de mexicanos, según el historiador Jesús Silva Herzog.

A pesar de ello, señaló Sheinbaum, “el espíritu del pueblo siguió avanzando”.

La constitución de 1917: legado de justicia social

La Revolución culminó en la Constitución de 1917, que Sheinbaum definió como “la más avanzada del mundo” en su época.
Enumeró sus logros fundamentales:

Jornada laboral de 8 horas

Derecho a la tierra para campesinos

Salario mínimo

Organización sindical

Seguridad social

Educación pública

Recuperación de recursos naturales para la nación

Destacó también la actuación del general Lázaro Cárdenas, quien consolidó los principios constitucionales con la expropiación petrolera y políticas sociales de gran alcance.

Las transformaciones de México y el presente político

El mensaje giró entonces hacia el presente. Sheinbaum reafirmó las cuatro grandes transformaciones históricas:

La Independencia

La Reforma

La Revolución

La Cuarta Transformación (2018–actualidad)

Sobre esta última, afirmó que se sostiene en tres pilares: honestidad, justicia y amor al pueblo.

Se refirió al periodo neoliberal como una etapa de desigualdad, corrupción y privilegios, y aseguró que quienes “reivindican la mano dura o los privilegios para unos cuantos” desconocen la historia de México.

Con vehemencia advirtió:

“El que convoca a la violencia, se equivoca”.

“El que cree que la fuerza sustituye a la justicia, se equivoca”.

“El que piensa que la Transformación duerme, se equivoca”.

Rechazó también las campañas de calumnias y la intervención extranjera, afirmando que el pueblo está consciente de quiénes buscan retrocesos.

Memoria, dignidad y soberanía: una llamada al presente

Para Sheinbaum, recordar la Revolución es también recordar las conquistas populares:
la libertad, la democracia y la justicia social.

Subrayó que:

Hoy el poder se usa para servir, no para someter.

Las libertades se ejercen desde abajo.

El gobierno ya no es un club de privilegiados.

Se gobierna con austeridad, ética y coherencia.

Aseguró que México vive un momento histórico donde “el pueblo está más fuerte que nunca”, consciente de su dignidad colectiva.

Reconocimiento a las fuerzas armadas

En la parte final de su discurso, la presidenta rindió homenaje a las Fuerzas Armadas, surgidas de la Revolución Mexicana y entregadas, dijo, al servicio del pueblo.

Felicitó a los oficiales ascendidos y los exhortó a mantener su lealtad a la patria y su compromiso con la nación.

Cierre ceremonial: los vivas a la revolución

El acto culminó con el tradicional coro de vivas, encabezado por la presidenta:
“¡Que viva la Revolución Mexicana! ¡Que viva Madero! ¡Que viva Zapata! ¡Que viva Villa! ¡Que viva Carranza! ¡Viva México!”

El Zócalo respondió al unísono, en una escena donde tradición, identidad y política se entrelazaron para reafirmar la memoria histórica del país.

No hay comentarios