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Hermosillo enfrenta riesgo de crisis en el suministro de agua: solo la mitad del recurso llega a los usuarios

Sonora,
a 12 de octubre de 2025.- Aunque la ciudadanía aún evalúa de manera positiva el servicio de agua potable en Hermosillo, los alertas sobre fallas y fugas en el suministro podrían cambiar esta percepción en el corto plazo, advirtió Ernesto Urbina Miranda, director de la asociación civil Hermosillo ¿Cómo Vamos?.

Según el análisis de la organización, el tema del agua ha escalado en importancia en las encuestas de opinión ciudadana, pasando de ocupar el séptimo u octavo lugar a situarse entre los cinco principales problemas, solo detrás de “calles y pavimentación” e “inseguridad y drogadicción”.

“No está mal evaluado. Nuestra hipótesis es que, mientras siga saliendo el agua en nuestras llaves, la ciudadanía lo va a evaluar bien”, explicó Urbina Miranda, pero destacó que los usuarios puntúan más bajo la capacidad de respuesta del organismo operador ante denuncias, fallas y fugas, evidenciando un área crítica de mejora.

El especialista señaló que la gestión eficiente del agua es uno de los grandes retos de Hermosillo, pues, según datos de la Comisión Estatal del Agua (CEA), de los 140 millones de metros cúbicos producidos en 2024, apenas 60 millones llegaron efectivamente a los usuarios, lo que implica pérdidas superiores al 50% a lo largo de la red de distribución.

Entre los factores que explican este déficit se encuentra el desgaste de la infraestructura de distribución y drenaje, que provoca fugas de distintos tipos y fallas recurrentes. Urbina Miranda señaló que, para revertir esta situación, es urgente inversiones significativas en la restauración y modernización de la red hidráulica, catalogándola como prioridad en la gestión urbana del agua.

Otro dato preocupante es que Hermosillo cuenta con aproximadamente 310 mil tomas de agua entre hogares, comercios e industrias, pero solo la mitad dispone de medidor, lo que dificulta detectar pérdidas en los usuarios finales y contribuye a la ineficiencia del sistema.

Con este panorama, la ciudad enfrenta un riesgo creciente de crisis en el suministro de agua, donde la combinación de infraestructura envejecida, fugas no detectadas y deficiencias en la atención al usuario podría derivar en un impacto directo sobre la calidad de vida de los habitantes si no se implementan medidas urgentes de modernización y control del recurso.

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