El Batán: proyecto hídrico suspendido en Querétaro busca renacer como modelo nacional de reutilización de agua
“Yo sigo considerándolo y defendiéndolo como el futuro del agua, no solo en México, sino en el mundo. Ya no podemos seguir sobreexplotando los mantos acuíferos de la forma en que se está haciendo”, sostuvo el funcionario, al explicar que la experiencia técnica de Querétaro ya se comparte con la Semarnat, y será presentada en el marco de la discusión de la nueva Ley General de Aguas en el Congreso de la Unión.
El Batán contemplaba un ambicioso esquema de reciclaje y reutilización hídrica con una inversión estimada en 11 mil millones de pesos. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el plan no seguirá adelante durante la actual administración estatal, mientras que el gobernador Mauricio Kuri explicó que en el Congreso local no hubo consenso para aprobarlo.
“Sabemos que este es el futuro del agua en el país. Estoy confiado en que el proyecto se retomará porque es viable y legal”, señaló Vega Ricoy, quien reconoció que el financiamiento fue el obstáculo principal: “Si hubiéramos tenido los recursos, ni siquiera habría pasado por la Legislatura”.
El vocal ejecutivo aseguró que la semilla está sembrada y que el proyecto quedará técnicamente listo para que la próxima administración estatal y el Congreso que la acompañe decidan retomarlo.
El interés mostrado por Monterrey, Tijuana y León revela que El Batán podría trascender lo local para convertirse en un modelo nacional de gestión del agua. Estas ciudades enfrentan problemáticas graves de abastecimiento, sobre todo por la presión sobre los mantos acuíferos y el crecimiento urbano acelerado.
El esquema contempla procesos avanzados de tratamiento y reutilización que permitirían garantizar suministro sin depender exclusivamente de fuentes subterráneas.
Mientras tanto, la CEA trabaja en el Plan Hídrico Estatal, que será un documento integral con visión a largo plazo. A diferencia de proyectos específicos como el Acueducto III o El Batán, este plan busca diagnosticar y fortalecer toda la red hídrica del estado.
Se elabora en conjunto con la Universidad Autónoma de Querétaro y la UNAM, e incluirá análisis técnicos, estudios de viabilidad, estrategias de captación de agua pluvial, programas para la reparación de fugas, combate al clandestinaje y desarrollo de tecnologías de rehúso.
El Batán se perfila como una de esas obras que, aunque suspendida, podría marcar la pauta de la política hídrica mexicana en los próximos años. Su enfoque en la reutilización lo coloca en la línea de las tendencias internacionales para enfrentar la crisis del agua, y su posible adopción en otras ciudades refuerza la visión de que el proyecto no ha muerto, sino que espera mejores condiciones para materializarse.
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