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Una tarde con Mozart: la Orquesta Filarmónia convierte a Misantla en capital cultural

Por Arquímedes González
Misantla, Ver., a 7 de septiembre de 2025.- La tarde de este domingo, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción se transformó en un escenario majestuoso donde la música clásica encontró eco entre la fe y la tradición. Decenas de misantecos acudieron al concierto de la Orquesta Filarmónia, dirigida por el maestro Jorge Vázquez, un evento que rompió la rutina dominical y convirtió al municipio en epicentro cultural de la región.

El recital estuvo dedicado íntegramente a la obra del genio austriaco Wolfgang Amadeus Mozart, compositor que, a más de dos siglos de su partida, sigue emocionando con piezas vibrantes, alegres y profundamente humanas.

Un programa para emocionar a todos

La velada abrió con la emblemática Pequeña Serenata Nocturna, una obra que, como explicó el maestro Vázquez, puede entenderse como una serie de capítulos musicales que transitan desde la frescura de un paseo ligero hasta el humor y la intensidad de los contrastes propios de Mozart. “Es música llena de vida, de colores, de emociones que todos podemos reconocer”, expresó el director antes de levantar la batuta.

El público escuchó en silencio reverencial cada movimiento, interrumpido únicamente por aplausos que parecían surgir espontáneamente, como una respuesta inmediata al gozo compartido en la interpretación.

La flauta que conquistó Misantla

El concierto alcanzó su clímax con la participación especial del flautista Diego Acosta, quien se ganó la ovación de pie del auditorio improvisado en la parroquia. El solista, antes de comenzar, compartió con sencillez que la obra que interpretaría consta de tres partes: “una primera explosiva, una segunda lenta y profunda, y un cierre vibrante y lleno de alegría”. Sus palabras prepararon a la audiencia para un viaje sonoro que, efectivamente, los llevó de la contemplación a la euforia.

El virtuosismo de Acosta, acompañado de la precisión de la orquesta, hizo que la música flotara en el aire del recinto. El eco en las paredes de piedra de la parroquia magnificó cada nota, generando una atmósfera que muchos describieron como “mágica e irrepetible”.

Cultura y comunidad, de la mano

Más allá de la técnica y el virtuosismo, lo que hizo especial este concierto fue la respuesta de la comunidad. Familias completas, jóvenes estudiantes, adultos mayores y amantes de la música clásica compartieron bancas y pasillos, demostrando que la cultura puede unir generaciones en un mismo espacio.

“En Misantla necesitamos más momentos como este, que nos recuerdan que también somos parte de un mundo donde la música y el arte nos dan identidad y nos hacen sentir orgullosos”, comentó una de las asistentes al concluir el recital.

Un domingo que se recordará

El concierto de este domingo no fue solo un espectáculo, sino una declaración cultural: Misantla tiene la capacidad y el talento para recibir eventos de primer nivel que nutren el espíritu y enriquecen la vida comunitaria.

La Orquesta Filarmónia, bajo la dirección de Jorge Vázquez, y con el talento de Diego Acosta, dejó huella en la memoria colectiva de la ciudad. Porque cuando la música de Mozart llena los muros de una iglesia y el corazón de un pueblo, lo cotidiano se convierte en trascendente.

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