México cada vez con menos bebés: la natalidad en caída libre, alerta el INEGI
En total, durante 2024 se registraron 1 millón 672 mil 227 nacimientos, una cifra que refleja la continuidad de una tendencia descendente que desde hace más de una década viene modificando la pirámide poblacional mexicana. La tasa de nacimientos fue de 47.7 por cada mil mujeres en edad fértil (15 a 49 años), la más baja registrada en los últimos años.
Uno de los puntos más llamativos del estudio es la transformación en el perfil de las madres. Aunque los nacimientos siguen concentrándose en mujeres jóvenes, cada vez más mujeres postergan la maternidad:
· Entre 20 y 24 años: 23.88% del total.
· Entre 25 y 29 años: 22.59%.
· Entre 30 y 34 años: 17.50%.
· Entre 35 y 39 años: 8.91%.
· Menores de 15 años: 0.36%.
Este cambio generacional refleja un México donde las mujeres priorizan estudios, estabilidad laboral o económica, y eligen ser madres a edades más tardías, con implicaciones tanto sociales como de salud pública.
El fenómeno de la baja natalidad no ocurre con la misma intensidad en todo el país. Los estados con menor tasa de nacimientos son:
· Ciudad de México, con apenas 32.8%.
· Yucatán, con 38.1%.
· Hidalgo, con 38.3%.
En contraste, los estados que todavía presentan una alta tasa de nacimientos son:
· Chiapas, con un notable 86.7%.
· Durango, con 58.9%.
· Nayarit, con 58.6%.
Estas diferencias exponen cómo la modernización, el acceso a la educación, la migración y la situación económica moldean de manera distinta la decisión de tener hijos en cada región.
Perfil de los recién nacidos
Del total de bebés registrados, el 49.4% fueron niñas y el 50.6% niños, lo que equivale a 102.6 hombres por cada 100 mujeres. Incluso, en seis casos no se especificó el sexo del recién nacido.
En cuanto al registro civil, el 82% de los nacimientos fueron inscritos antes de cumplir un año de edad, mientras que 7.2% se registraron con seis años o más, lo que apunta a problemas de acceso a servicios básicos en zonas marginadas.
La caída en la natalidad es más que una estadística: es un aviso del rumbo que podría tomar México en los próximos años. Con menos bebés y una población que envejece rápidamente, el país se dirige hacia una estructura demográfica que podría traer graves consecuencias:
· Envejecimiento poblacional acelerado.
· Mayor presión sobre los sistemas de salud y pensiones.
· Posible escasez de mano de obra joven en el futuro.
· Transformaciones en la economía y en la organización social.
La Organización Mundial de la Salud y expertos en demografía coinciden: cuando la tasa de natalidad cae por debajo del nivel de reemplazo generacional, se abre la puerta a retos económicos y sociales que requieren planeación urgente.
En México, el tema ya es considerado un problema de política pública, pues la tendencia afecta directamente los planes de desarrollo a mediano y largo plazo.
Más allá de los números, la estadística revela un cambio cultural profundo. Cada vez más parejas optan por tener menos hijos o incluso no tenerlos, debido al costo de la vida, la falta de oportunidades laborales, el acceso limitado a vivienda digna y la incertidumbre económica.
El país enfrenta así un dilema histórico: cómo adaptarse a una sociedad con menos nacimientos y una población más envejecida, sin comprometer su futuro productivo ni la calidad de vida de las próximas generaciones.
El INEGI, al presentar estos resultados, destacó que la información es clave para entender y enfrentar los retos que la demografía mexicana ya comienza a dibujar: un México con menos bebés, más adultos mayores y un horizonte que exige nuevas respuestas.
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