México avanza hacia la eliminación de plásticos no reciclables: más de la mitad de los productores se comprometen para 2030
La titular de Semarnat, Alicia Bárcena, destacó que este esfuerzo involucra a 77 empresas, cuyas operaciones representan 1 millón 629 mil 260 toneladas de envases y empaques en el país. “Tan sólo en México generamos 15 mil toneladas de residuos plásticos al día, y entre el 60 y el 90 por ciento de los residuos encontrados en nuestras playas son plásticos y microplásticos. Este informe demuestra el compromiso real del sector privado”, subrayó Bárcena durante la conferencia de prensa.
El informe detalla que las empresas participantes han invertido mil 281 millones de pesos en infraestructura para acopio y reciclaje de residuos plásticos, incluyendo trituradores de scrap postconsumo, planes de manejo de materiales y empaques con contenido reciclado.
“La Ley de Economía Circular que estamos proponiendo en el Senado incluye el tratamiento integral de los plásticos, pero el sector privado se nos ha adelantado, alineando sus prácticas para optimizar el uso de polímeros y aumentar el porcentaje de material reciclado”, agregó Bárcena.
El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, Jorge Carlos Ramírez Marín, destacó que este acuerdo representa “un ejercicio inédito de colaboración público-privada, con un plan que se puede cumplir y que genera resultados tangibles, más allá del simple maquillaje de cifras”.
Para José Ramón Ardavín Ituarte, director ejecutivo del Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sostenible (Cespedes), las metas del Acuerdo Nacional superan estándares de la Unión Europea en participación de mercado y contenido de material reciclado. “Ningún otro acuerdo a nivel mundial tiene esta representación: mientras otros llegan al 25 o 30 por ciento, México ya alcanza el 51 por ciento, a pesar de desafíos como la informalidad y el nivel de desarrollo del país”, afirmó Ardavín.
La estrategia busca reducir el impacto ambiental de los plásticos, conservar entre el 40 y 70 por ciento de los alimentos en la cadena logística y disminuir desperdicios. Además, pretende optimizar recursos, distribuir responsabilidades y fomentar la economía circular, comprometiendo a empresas, organizaciones sociales y al sector público.
Con estos avances, México se posiciona como un país con una política de plásticos más ambiciosa y alineada con los estándares globales, marcando un camino hacia un futuro más sostenible y responsable con el medio ambiente.
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