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Estados Unidos despliega aviones F-35 en Puerto Rico tras ataque al Tren de Aragua en el Caribe

Puerto Rico,
a 5 de septiembre de 2025.- En una decisión de alto impacto regional, el gobierno de Estados Unidos ordenó este jueves el despliegue de 10 aviones de combate F-35 en Puerto Rico, con el objetivo de reforzar la lucha contra el narcotráfico en el Caribe y contener las operaciones de cárteles internacionales.

La medida se da después de que el presidente estadounidense Donald Trump informara sobre el ataque a una pequeña embarcación vinculada al Tren de Aragua, organización criminal de origen venezolano que ha expandido su influencia en Latinoamérica. El enfrentamiento, ocurrido en aguas caribeñas, dejó un saldo de 11 personas muertas.

De acuerdo con fuentes oficiales, las aeronaves operarán desde un aeródromo militar en Puerto Rico, punto estratégico para vigilar y enfrentar actividades ilícitas de los cárteles en la región, donde el trasiego de droga hacia Norteamérica se ha intensificado.

La decisión marca un escalamiento en la estrategia militar contra el crimen organizado transnacional, en un momento en que Washington ha reforzado su política de “mano dura” en el Caribe.

Los cazas F-35 Lightning II son considerados los más avanzados del mundo. Entre sus características destacan:
Baja detección por radares gracias a su tecnología furtiva.
Velocidad supersónica y gran maniobrabilidad en combate aéreo.
Capacidad de ataque preciso con misiles y bombas inteligentes.
Sistemas integrados de mantenimiento, que aseguran disponibilidad inmediata para misiones en cualquier parte del mundo.

Según el portal especializado F-35 Lightning, estas aeronaves ofrecen a los pilotos una ventaja significativa frente a adversarios, al integrar sensores, armas y comunicación en red que permiten operaciones conjuntas de gran precisión.

Analistas en seguridad coinciden en que este movimiento es un mensaje de advertencia a las organizaciones criminales que operan en el Caribe, particularmente al Tren de Aragua, cuya presencia ha encendido alarmas en varios países.

La operación, además, busca enviar un mensaje político y militar: Estados Unidos no permitirá que el Caribe se convierta en un corredor libre para el narcotráfico ni para grupos criminales que amenacen su seguridad nacional.

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