En Misantla se retiran más de 1,500 llantas, criaderos del mosquito mortal
Misantla, Ver., a 7 de septiembre de 2025.- La lucha contra el dengue en Misantla se intensifica. Con la llegada de la temporada de lluvias y altas temperaturas, el riesgo de proliferación del mosquito Aedes aegypti se dispara y las autoridades municipales han decidido actuar de manera frontal: en apenas tres jornadas de trabajo, se han retirado más de 1,500 llantas abandonadas, que representan uno de los criaderos más peligrosos de este vector.
“El mosquito no está en la selva ni en el monte, está en nuestros patios, le gusta vivir cerca de nosotros porque ahí encuentra lo que necesita: agua limpia para reproducirse”, explicó el químico Eduardo del Ángel, director de Salud municipal.
Cada neumático abandonado, al llenarse de agua de lluvia, se convierte en un auténtico “hotel cinco estrellas” para el mosquito, un espacio ideal para incubar larvas que luego ponen en riesgo la salud de toda la comunidad.
El operativo inició la semana pasada con visitas a talleres mecánicos y recorridos en colonias de la cabecera municipal, las llantas recolectadas se concentran en el antiguo rastro municipal, convertido ahora en centro de acopio temporal.
De ahí serán trasladadas en un tráiler hacia la planta cementera de Ixtaczoquitlán, donde serán procesadas y dispuestas de acuerdo con la normativa ambiental vigente, evitando así que regresen al entorno como un riesgo para la población.
En tan solo tres días de trabajo, el saldo es contundente: una tonelada y media de neumáticos retirados de circulación, gracias también a los reportes de vecinos que atendieron el llamado difundido en redes sociales oficiales.
Misantla atraviesa el momento más delicado del año: el calor y las lluvias crean el ambiente perfecto para que el mosquito se multiplique rápidamente. Por ello, además del retiro de llantas, se insiste en la prevención dentro de los hogares.
Las recomendaciones clave son:
Lavar con jabón y cepillo los recipientes donde se acumula agua.
Tapar tinacos, cubetas y depósitos para evitar que se conviertan en criaderos.
Tirar cualquier objeto inservible que acumule agua de lluvia, como botellas, macetas rotas o envases plásticos.
“El éxito de la campaña depende también de la gente. No basta con que el gobierno recoja las llantas, necesitamos que cada familia revise su casa y elimine los criaderos”, insistió el funcionario.
El dengue no distingue edades ni condiciones sociales, los casos en la región mantienen en alerta a las autoridades sanitarias y la estrategia busca no solo controlar al vector, sino también crear conciencia comunitaria.
“Estamos en temporada alta de dengue y la prevención es la mejor arma que tenemos, la salud de nuestras familias está en nuestras manos”, subrayó Del Ángel.
Con estas acciones, Misantla no solo enfrenta una amenaza de salud pública, sino que envía un mensaje claro: cuando comunidad y autoridades trabajan juntos, es posible contener al enemigo que se esconde en lo cotidiano.




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