Diputados aprueban prohibición de venta de bebidas energéticas a menores; el debate llega al Senado
El dictamen modifica tres artículos de la Ley General de Salud y otorga nuevas facultades a la Secretaría de Salud, que será la responsable de establecer con precisión qué productos entran en la categoría de bebidas energizantes y cuáles deberán restringirse en el mercado.
El presidente de la Junta de Coordinación Política en San Lázaro, Ricardo Monreal, uno de los principales impulsores de la reforma, defendió la iniciativa señalando que responde a “una de las preocupaciones más recurrentes de los padres de familia”, quienes han alertado sobre el consumo cada vez más extendido de estas bebidas entre adolescentes, particularmente cuando se mezclan con alcohol.
“Queremos proteger la salud de los jóvenes. No se trata de recaudar ni de imponer más impuestos, sino de frenar un problema que puede derivar en adicciones y daños irreversibles”, subrayó Monreal.
El nuevo marco legal contempla sanciones de hasta dos mil veces la UMA, equivalentes a más de 248 mil pesos, para quienes incumplan la prohibición. Además, los establecimientos deberán verificar la mayoría de edad con identificación oficial, lo que representa un reto operativo para miles de comercios en todo el país.
La Secretaría de Salud tendrá 180 días para publicar una Norma Oficial Mexicana que precise categorías, ingredientes y concentraciones permitidas. A la par, se coordinará con la Secretaría de Educación Pública y el Consejo de Salubridad General para emprender campañas de información dirigidas a jóvenes, padres de familia y sectores vulnerables.
Aunque la votación en San Lázaro fue unánime, la discusión abre un terreno más amplio: ¿hasta dónde debe llegar el Estado en la regulación del consumo de productos nocivos? Legisladores adelantaron que el Senado no sólo revisará el dictamen, sino que podría abrir la puerta a un marco más integral de prevención que incluya otros productos asociados a riesgos en la salud juvenil.
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