Suprema Corte cierra ciclo histórico: entre aplausos, tensiones y una nueva era judicial en México
El ambiente en el recinto reflejaba la dualidad del momento. Por un lado, trabajadores de la Corte formaron un pasillo de aplausos para despedir a los ministros, gesto solemne que contrastó con la frialdad de la ministra Lenia Batres, quien se abstuvo de sumarse al homenaje. Afuera, manifestantes sostenían pancartas de advertencia: “No a la dictadura” y “Anulación de la elección es la solución”.
El próximo 1 de septiembre la Corte será renovada con nueve nuevos integrantes, lo que supone el cambio más profundo en más de tres décadas. La nueva integración estará encabezada por Hugo Aguilar Ortiz, electo como presidente, acompañado por figuras como María Estela Ríos, Giovanni Azael Figueroa, Irving Espinosa Betanzo, Arístides Rodrigo Guerrero y Sarah Irene Herrerías.
Solo tres ministras permanecen en el cargo: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, quienes tendrán ahora un papel clave en la transición hacia el modelo de elección judicial instaurado en junio pasado.
Con la voz entrecortada por la emoción, la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández cerró la sesión con un discurso que buscó ser a la vez memoria y brújula.
“Esta historia se ha escrito con debates intensos, disensos fecundos y consensos que han fortalecido el núcleo de nuestra democracia. La justicia no es una obra concluida, sino una construcción viva que nos trasciende”.
El reconocimiento también alcanzó al personal administrativo y jurisdiccional de la SCJN, a quienes Piña agradeció por sostener el trabajo diario del máximo tribunal.
En apenas hora y media, el pleno resolvió temas de relevancia inmediata:
Validó la elección de dos magistrados de la Sala Superior del TEPJF, Gilberto de Guzmán Bátiz y Claudia Valle Aguilasocho.
Avaló parcialmente una reforma judicial en Yucatán, que permitirá la reelección del presidente del Tribunal Superior de Justicia local hasta 2037.
Con el golpe final del mallete, Piña cerró el ciclo: “Un periodo fundamental de la vida pública mexicana que inició hace poco más de 30 años”.
La transición no llega sin tensiones. El gesto distante de Lenia Batres mostró que la unidad en la Corte es más simbólica que real. Y mientras los nuevos ministros se preparan para rendir protesta, la ciudadanía y la clase política miran con lupa el rumbo que tomará el máximo tribunal del país.
El 26 de agosto se entregarán los últimos informes de labores de las salas y del pleno. Y el 1 de septiembre, México estrenará una Corte renovada, con una integración inédita que podría redefinir el equilibrio entre los poderes de la República.
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